Como detectar lunares potencialmente peligrosos

El cuidado de la piel es esencial en todas las etapas de la vida, y los lunares son parte de esta ecuación de belleza y salud. Sin embargo, a pesar de que la mayoría de los lunares no resulta en problemas graves de salud, hay algunas preocupaciones que es necesario tener en cuenta. Este artículo ofrece una visión completa sobre los diferentes tipos de lunares, aquellos que requieren especial atención, y cómo controlarlos regularmente, con asistencia de aplicaciones y consejos basados en cuidados solares y el uso de cremas.

1. Tipos de lunares

Los lunares comúnmente son manchas oscuras o zonas de piel que pueden variar en color y tamaño. Generalmente, aparecen en los primeros 25 años de vida y pueden cambiar de forma o color a medida que envejecemos. Los tipos más comunes de lunares son:

• Congénitos: Son los lunares que están presentes desde el nacimiento.
• Adquiridos: Estos lunares aparecen durante la vida como resultado de laexposición al sol.
• Atípicos o displásicos: Son lunares que presentan características inusuales en cuanto a tamaño, forma o color.

1. Lunares que requieren especial atención

Los lunares que necesitan especial atención son los atípicos o displásicos. Si bien son benignos, tener lunares displásicos puede aumentar el riesgo de desarrollar melanoma, el tipo más peligroso de cáncer de piel. Estos lunares pueden ser más grandes que los lunares normales, presentan una forma irregular y una mezcla de colores.

Además, debemos estar atentos a los ABCDE de los lunares:

• Asimetría: Si una mitad del lunar no coincide con la otra.
• Bordes: Si los bordes son irregulares.
• Color: Si presenta varios colores.
• Diámetro: Si tiene más de 6mm (aunque el melanoma puede ser más pequeño).
• Evolución: Si el lunar cambia de tamaño, forma o color.

1. Cómo y cada cuánto controlarlos

Es recomendable revisar nuestros lunares al menos una vez al mes, frente a un espejo de cuerpo entero y con buena iluminación. Las áreas difíciles de ver pueden ser revisadas con la ayuda de un espejo de mano o un ser querido.

Asimismo, es aconsejable tener un dermatólogo que revise nuestros lunares regularmente, sobre todo si tenemos muchos lunares, antecedentes de melanoma en la familia, o si hemos tenido alguna exposición solar intensa.

4. Aplicaciones para controlar tus lunares

Hay varias aplicaciones como Dermatology A-Z, SkinVision, MoleScope, entre otras, que pueden ayudarte a realizar un seguimiento regular de tus lunares. Recuerda que estas herramientas sirven para la auto-exploración y no reemplazan las visitas al dermatólogo.

5. Control de la exposición al sol y protección de la piel

La protección solar es crucial para prevenir cambios en nuestros lunares. Es recomendable evitar la exposición directa al sol entre las 10 a.m. y las 4 p.m., cuando los rayos UV son más fuertes. Si debes estar al aire libre, utiliza sombrero, ropa de manga larga, gafas de sol y siempre aplica un protector solar de amplio espectro con un SPF de al menos 30, incluso en días nublados.

6. Cremas y cuidados especiales

Es importante mantener la piel hidratada. Muchas cremas y lociones contienen ingredientes como vitamina E y aloe vera que favorecen la salud de la piel. Si tienes lunares, utiliza cremas específicas para la protección solar de la piel. Y, si notas algún cambio sospechoso en tus lunares, consulta a tu médico inmediatamente.

Conclusión

Es esencial prestar atención a nuestros lunares y controlarnos regularmente. Recuerda que aunque la mayoría de los lunares son inofensivos, una detección temprana es clave para prevenir el melanoma y otros problemas de salud. Tu piel te protege, así que debes protegerla tú también.