Realizar tareas de mantenimiento es uno de los requisitos fundamentales para el buen funcionamiento de una empresa. Sin embargo, existen dos tipos de estrategias que se caracterizan por sus importantes diferencias y beneficios: el mantenimiento correctivo y el predictivo.
El proceso de corrección de fallas, daños y errores en una empresa se puede llevar a cabo a través de dos métodos de mantenimiento que suelen complementarse mutuamente. Saber en qué consiste el mantenimiento correctivo y el predictivo es muy sencillo, ya que uno de ellos se enfoca en las necesidades presentes y el otro se especializa en la prevención.
Aunque el mantenimiento correctivo es un procedimiento sumamente difícil de eliminar, las nuevas tecnologías han facilitado en gran medida la aplicación de métodos predictivos. Para las empresas es fundamental analizar la relevancia de ambos procedimientos a la hora de invertir en un sistema de gestión de activos que garantice su operatividad y buen funcionamiento.
¿Qué es el mantenimiento predictivo?
Para los especialistas en gestión de activos de gmao, el mantenimiento predictivo es un método que tiene el objetivo de anticipar fallos o errores en los activos. A través de la supervisión y la inspección no solo es posible monitorear el desgaste de los activos, sino que, además, este método permite a las empresas resolver determinados problemas antes de que se generen los fallos.
Gracias al uso de las nuevas tecnologías y del IoT, las empresas tienen la oportunidad de calcular y predecir cuándo se producirán los fallos. De esta manera, pueden determinar cuál es el momento para realizar las intervenciones preventivas.
Entre las principales ventajas del mantenimiento predictivo se destaca el gran ahorro económico que supone su aplicación. Este método permite reducir el tiempo de inactividad de las empresas y, además, las intervenciones preventivas tienen la capacidad de alargar la vida útil de los activos.
¿Qué es el mantenimiento correctivo?
El mantenimiento correctivo es la contraparte del método predictivo, ya que sus intervenciones se realizan después de que se han generado los fallos o daños en los activos. Como vimos al inicio, es un método de mantenimiento que no puede ser eliminado por completo, ya que aún no existe la posibilidad de prevenir todos los fallos que se pueden producir en los activos de una empresa.
Aunque los fallos imprevistos suponen un gran impacto financiero para las empresas, existen métodos y procedimientos que facilitan en gran medida las tareas de reparación de emergencia. De esta manera, es posible reducir los periodos de paralización de las actividades y se agiliza la sustitución de las piezas averiadas.
Dentro del mantenimiento correctivo, las tareas de inspección son fundamentales para detectar cualquier fallo en los activos de manera oportuna. Por supuesto, todas las acciones se realizan después que han ocurrido los fallos o errores en los activos.
Ambos métodos de mantenimiento son fundamentales y necesarios para el buen funcionamiento de una empresa. A su vez, es importante señalar que el mantenimiento predictivo es la mejor opción para ahorrar costes y garantizar la operatividad de las empresas.
