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Eduardo Navarrete y Ana Locking se desmarcan y confiesan que no diseñarían el vestido de novia de Tamara Falcó

Tras el comunicado de la firma ‘Sophie et Voilà’ rescindiendo su acuerdo con Tamara Falcó y renunciando a confeccionar su vestido de novia, son más de 50 las marcas nacionales e internacionales que se han puesto en contacto tanto con la marquesa de Griñón como con sus estilistas para diseñar el modelo -o los modelos- que lucirá en su boda con Íñigo Onieva.

Mientras suena cada vez con más fuerza el nombre de Carolina Herrera para vestir a la hija de Isabel Preysler en el día más importante de su vida, dos de los diseñadores más populares de nuestro país se desmarcan de la mayoría de sus ‘colegas’.

El primero de ellos Eduardo Navarrete, un creador transgresor y original que, tan espontáneo y sincero como siempre ha confesado que «ni muerta» diseñaría el vestido de novia de Tamara. «No tengo nada que decir de Tamara Falcon Crest, así que ni se te ocurra preguntarme por esta que me llevan friendo de todos los programas hoy. No seas mala que no quiero» ha zanjado.

Ana Locking, por su parte, reconoce que «como diseñadora Tamara me da un poco igual» y desvela que a ella nunca le ha ocurrido nada similar a lo que le ha pasado a ‘Sophie et Voilà’ con la marquesa: «No me ha pasado que haya tenido clientes en los que se haya roto contratos me hayan dejado tirada. Desde el principio hay una conexión muy buena entre el cliente y mi trabajo. Mi trabajo es muy específico, es muy de vanguardia, el cliente que viene a mí ya viene a mí buscando algo muy especial». «Si hay un entendimiento desde el principio, se sigue para adelante y si no hay buen entendimiento suelo decir, creo que no soy la diseñadora adecuada para hacer tu traje. Prefiero decir muchas veces es mejor que te vayas con este compañero mío que va a entender mejor lo que tú quieres. Forzar los caminos no es bueno, si desde el principio no va fluida la cosa, es mejor cortarlo de raíz» asegura.

Por eso, la diseñadora desvela que ella «no» llamaría a Tamara para hacerle su vestido, a diferencia de las 50 firmas que ya se han puesto en contacto con la socialité para crear su look nupcial.