El texto argumentativo es aquel que busca persuadir o convencer al lector sobre una idea o postura determinada tratando de argumentar sólidamente. En otras palabras, es un tipo de texto en el que se presenta una tesis o afirmación y se argumenta a favor o en contra de ella mediante el uso de razones y argumentos sólidos. Este tipo de texto es común en distintos ámbitos, desde el académico hasta el periodístico y publicitario.
La estructura básica de un texto argumentativo se compone de tres partes: la introducción, el desarrollo y la conclusión. A continuación, se detallan las pautas para elaborar cada una de estas secciones:
Introducción: es la parte en la que se presenta el significado del tema a tratar y se expone la tesis o afirmación que se va a defender. Para captar la atención del lector, es recomendable utilizar una frase impactante, una pregunta retórica o una cita que invite a reflexionar sobre el tema.
Desarrollo: en esta sección se presentan los argumentos a favor o en contra de la tesis propuesta. Es importante que estos argumentos estén bien estructurados y sean coherentes y consistentes. Para ello, es recomendable utilizar ejemplos, datos, estadísticas y otras evidencias que respalden los argumentos presentados. Asimismo, es fundamental que se presente el punto de vista opuesto y se refuten sus argumentos de manera adecuada y respetuosa.
Conclusión: en esta sección se resume la idea principal del texto y se reafirma la tesis presentada al principio. Es importante que esta parte sea contundente y persuasiva, ya que es el último recurso para convencer al lector.
Además de estas tres partes básicas, existen otras pautas a seguir para que un texto argumentativo sea efectivo. A continuación, se presentan algunas de ellas:
Define el público objetivo: antes de escribir el texto, es importante definir a quién está dirigido. Dependiendo del público, se pueden utilizar distintos recursos y estrategias argumentativas para persuadir.
Utiliza un lenguaje claro y preciso: para que el texto sea efectivo, es importante que se utilice un lenguaje claro y preciso, evitando las ambigüedades y los tecnicismos innecesarios. Además, es fundamental que el texto tenga coherencia y cohesión, es decir, que las ideas estén bien estructuradas y se relacionen de manera adecuada.
Emplea recursos retóricos: los recursos retóricos son herramientas que se utilizan para persuadir al lector, como la ironía, la comparación, la metáfora, entre otros. Es importante utilizarlos con moderación y de manera adecuada para no perder la objetividad del texto.
Refuta los argumentos contrarios: para que el texto sea efectivo, es importante refutar los argumentos contrarios de manera respetuosa y adecuada. Esto demuestra que se ha considerado el punto de vista opuesto y se tiene la capacidad de argumentar en contra de él.
Ejemplo de texto argumentativo
Tema: Deberían prohibirse los experimentos con animales.
En la actualidad, existe un gran debate en torno al uso de animales en los experimentos científicos. Mientras algunos argumentan que es necesario para el avance de la medicina y la ciencia, otros defienden que es una práctica inhumana y cruel.
Personalmente, creo que deberían prohibirse los experimentos con animales por varias razones. En primer lugar, los animales también merecen respeto y no deberíamos someterlos a dolor y sufrimiento en aras de la ciencia.
Además, muchos experimentos con animales no son necesarios, ya que existen alternativas como modelos de simulación que son igualmente efectivos. Por último, hay evidencia de que los resultados de los experimentos con animales no siempre son aplicables a los seres humanos, lo que cuestiona su utilidad real. Por todas estas razones, creo que es hora de poner fin a esta práctica.
Comentario
Este texto argumentativo está estructurado en tres partes bien definidas. En primer lugar, se presenta el tema y se exponen los argumentos principales en contra de los experimentos con animales. Luego, se presentan los argumentos a favor de esta práctica y se refutan.
Finalmente, se concluye con la opinión personal del autor y se presentan las razones que sustentan esta postura. La estructura clara y organizada permite que el lector siga el argumento de manera lógica y efectiva.
