comscore

Irregularidades más frecuentes en la piel después de una liposucción

La liposucción brinda soluciones estéticas y calidad de vida a muchas personas con exceso de tejido adiposo localizado, no siempre relacionado con la obesidad. Estamos hablando de una cirugía, por lo que precisa de un preoperatorio y siempre existe el riesgo, bajo, de complicaciones. Las irregularidades después de liposucción no son una complicación clínica, sino estética, sin embargo, pueden ser permanentes y es algo que preocupa a los pacientes.

Vamos a ver por qué aparecen esas irregularidades en la piel después de una liposucción y qué puedes hacer para evitarlas o corregirlas.

Tipos de irregularidades más frecuentes

Hoyuelos

Los hoyuelos en la piel constituyen el temor estético más frecuente de los pacientes que se someten a una liposucción. Tienen varias causas, entre las que destacan el mal hacer del cirujano, bien por colocar mal las cánulas de extracción, bien por extraer el tejido adiposo con excesiva velocidad, y el poco cuidado por parte del paciente cuando debe adoptar medidas para ayudar a la piel a recuperar la extensión adecuada para los nuevos volúmenes.

En algunos casos, estas irregularidades en la piel después de una liposucción son meramente temporales, aunque por precaución se suelen recomendar tratamientos estéticos no invasivos, como masajes específicos, para no correr riesgos.

En otros casos, los molestos hoyuelos en la piel, que no suponen un problema de salud, pese a resultar frustrantes, pueden necesitar de una segunda cirugía para eliminar el exceso de piel. Elige bien a quién confías tu liposucción para reducir al mínimo las posibilidades de tener que pasar una segunda vez por quirófano.

Distribuciones asimétricas o pozos marcados

Es menos común que un cirujano no repare en una asimetría si hablamos de una cirugía de reducción de cartucheras, por ejemplo. Sin embargo, como sucedía con los hoyuelos, una retirada de grandes cantidades de tejido adiposo a excesiva velocidad puede dejar en la piel zonas hundidas más extensas, creando un efecto contrario al de las redondeces localizadas.

Este último tendría un efecto similar al de una lipodistrofia localizada, requiriendo de infiltraciones o de una nueva cirugía para su corrección.

Cómo evitar o corregir estos problemas

Elige un buen equipo de profesionales

Es lo primero en lo que hay que fijarse, ya que exige formación, pero también experiencia, pues la cirugía estética precisa tanto de pericia en el procedimiento como de un sentido de la armonía por parte de quienes la practican.

Además, al confiar solo en profesionales, como los del grupo La Nueva Cirugía Estética, reduces el riesgo de otras complicaciones como infecciones indeseadas.

Acude a todas las revisiones

Tras una cirugía como la liposucción, vas a necesitar acudir a revisiones, rutinarias si todo va bien, y más frecuentes cuando surgiera el más mínimo inconveniente. Aunque te sientas genial y creas que todo va bien, no te saltes ninguna de esas revisiones, porque los buenos cirujanos realizan el seguimiento de sus pacientes por algo.

Mantén tu peso estable

La liposucción no es un método para terminar con la obesidad, aunque puede ser de ayuda en algunos casos, en los que se retira más cantidad de grasa de zonas conflictivas, como puede ser el abdomen.

A mayor volumen de tejido adiposo retirado, más va a tener que readaptarse la piel, de manera natural o con ayuda estética. Esa piel no puede soportar un efecto yoyó, sobre todo, si se ha debido retirar parte de la misma.

Por tanto, debes intentar mantener tu peso lo más estable posible, especialmente tras la cirugía. Ten en cuenta que ciertos fármacos y enfermedades predisponen al aumento de peso.

Utiliza fajas de compresión si precisas

Tu cirujano plástico te indicará cuándo es mejor una faja y cuándo basta con un vendaje compresivo, así como el tiempo debes llevarlos. Uno de los objetivos de las revisiones de seguimiento es ir viendo cómo evoluciona la piel y hasta cuándo continuar con cuidados como la compresión.