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Los perjuicios que tiene para tu salud donar sangre

Antes de despejar esta duda, iremos aclarando ciertos aspectos básicos sobre la sangre y el proceso de donación. Se conoce como sangre a un tejido líquido que circula por venas, arterias y capilares de los seres humanos. Este tejido está compuesto de elementos sólidos como: glóbulos rojos (eritrocitos), blancos (leucocitos), y plaquetas (trombocitos); y de un componente líquido que se conoce como plasma sanguíneo.

Su color rojo se debe a la presencia de la hemoglobina dentro de los eritrocitos. La sangre cumple tres funciones vitales importantes, las cuales son: transportar nutrientes, realizar el intercambio gaseoso en los tejidos (donde se entrega oxígeno y se retira CO2) y ayudar a la respuesta inmunitaria. 

El origen de la donación de sangre

sangre

Históricamente, a la sangre se la ha relacionado con la vida desde tiempos inmemoriales. La sangre y la vida han sido compañeras en leyendas, cultos, religiones y por supuesto la medicina. Recién en el siglo XVII la humanidad comienza a tener conocimientos científicos sobre la sangre. El médico inglés William Harvey (1578-1657) describió por primera vez cómo ocurría la circulación sanguínea.

Una vez descubierto el tránsito sanguíneo, otros científicos innovadores pensaban en la posibilidad de realizar transfusiones con fines curativos y rejuvenecedores. De esta manera, una serie de experimentos realizados por Richard Lower en el año 1665 permitieron mantener con vida a un perro desangrado mediante la transfusión sanguínea desde otro perro donante (Dr. Abdul Nasser Kaadan & Dr. Mahmud Angrini, 2009). 

Este conocimiento sirvió de base para un grupo de médicos, entre ellos: Jean-Baptiste Denis, Richard Lower, y Edmund King; quienes reportaron casos exitosos de transfusión sanguínea desde corderos a humanos. Existieron casos con finales trágicos debido a reacciones cuya razón era desconocida en ese entonces, pero hoy se sabe que la inmunidad ataca a la sangre que no es compatible con tu cuerpo, es decir, la inmunidad ataca a los glóbulos rojos con diferente serotipo al que un individuo nace. Actualmente ya reconocido con el Sistema ABO y Rh.

La transfusión entre diferentes individuos de la especie humana se logra por primera vez en el año 1818 a manos del médico-obstetra James Blundell (Dr. Abdul Nasser Kaadan & Dr. Mahmud Angrini, 2009). Este médico, en su intento por salvar mujeres con hemorragias postparto, realizó 10 transfusiones sanguíneas, de las cuales, 4 fueron exitosas, y las restantes reportaron reacciones adversas como: fiebre, dolor de espalda y orina oscura (reacción transfusional). Uno de los problemas con las transfusiones es que no siempre salían como se esperaba.

Se creía que las muertes inexplicables y las reacciones adversas sucedían por aire en los vasos sanguíneos y otras explicaciones que ayudaban a entender el misterio, ahora conocemos que muchos de esos problemas se originaron por la incompatibilidad ABO y Rh.

Posteriormente, a inicios del siglo XX, Karl Landsteiner descubrió, básicamente tres grupos sanguíneos aquellos con antígeno A (grupo A), antígeno B (grupo B), y ausencia de antígeno A o B (C). Sin embargo, años más tarde Ludwik Hirszfeld y Emil Freiherr quienes acuñaron el término de nulo (0) para el grupo que Landsteiner llamó C (actualmente, grupo O); a su vez, designaron como AB al grupo descubierto por Sturli y von Decastello. 

Cuando es necesario una transfusión de sangre

Los perjuicios que tiene para tu salud donar sangre

Siendo la sangre un líquido vital, resulta crucial reponerla en situaciones de emergencia, como por ejemplo en la pérdida de volumen sanguíneo por accidentes, o como parte del tratamiento en enfermedades crónicas, como talasemias u otros tipos de anemias. De igual forma, también es necesaria para personas que requieran de una cirugía (electiva mayor) en la cual el riesgo de pérdida de sangre es posible y por ende podría ser necesario tener preparados paquetes sanguíneos o sangre preparada para el receptor SOS (OMS, 2016). 

Se debe tener en cuenta que, la sangre no se puede almacenar por una cantidad de tiempo ilimitada (42 días) y que, a pesar del gran avance tecnológico, todavía no se puede fabricar sangre de forma sintética, razón por la cual existe una necesidad constante de donaciones regulares (donantes voluntarios y/o por reposición de stock) para poder tenerla disponible en cualquier momento (Riojasalud, s/f).

Pasos a tomar en consideración para la extracción de sangre (WHO, 2010): 
Se identifican todos los materiales necesarios para la extracción de sangre, por ejemplo: guantes de manejo, torniquete, alcohol, torundas de algodón, tubos para extracción de sangre, bolsas de extracción, agujas para venopunción y jeringas.  
Se Identifica y prepara al paciente: el médico/auxiliar de enfermería debe confirmar que la extracción se realiza en el paciente correcto, así como también preguntar sobre alergias, fobias, complicaciones durante extracciones pasadas y se realiza una pequeña historia clínica (número de parejas sexuales, infecciones/enfermedades crónicas etc). De igual forma, debe explicar el procedimiento a seguir. (consentimiento informado)

Se selecciona una vena para realizar la punción (que sea de buen tamaño, visible sin aplicación de torniquete, lo menos tortuosa posible). Usualmente suelen usarse venas de la fosa antecubital o del antebrazo. Se coloca un torniquete 4 a 5 dedos por encima del sitio de venopunción identificado en el paso 3. 

El médico/auxiliar de enfermería se debe lavar las manos y se coloca guantes de manejo. A continuación, debe desinfectar el sitio de punción con la ayuda de alcohol y torundas de algodón. Se realiza una punción con la aguja a 30° o menos y con el bisel para arriba. Una vez extraída la sangre en la cantidad necesaria (450 a 480 ml aproximadamente), se retira el torniquete antes de retirar la aguja de la vena.