El bizcocho de manzana y limón que puedes hacer en un momento

Una receta de aprovechamiento en toda la regla que se queda en nuestros recetarios para siempre. La combinación del bizcocho de manzana y limón nos encanta. La primera aporta una jugosidad increíble y el segundo un toque de sabor soberbio. El glaseado de limón es el remate del tomate, pero se puede prescindir de él y servir el bizcocho tal cual sale del horno o, simplemente, decorar con azúcar glasé.

En estos días que tenemos más tiempo del habitual para dedicar a la cocina, y menos para hacer la compra, los bizcochos caseros pueden ser una genial vía de escape. A diferencia de otras elaboraciones de repostería, los bizcochos son siempre fáciles de hacer, y no tienen demasiado misterio más allá de vigilar las proporciones y el horneado.

Cuando nuestras previsiones se van al traste y la fruta se queda en el frutero más de lo planeado conviene tener ases en la manga de los que tirar para darle una salida digna y evitar que termine en la basura. Dicho esto no resultará difícil adivinar que este bizcocho de manzana y limón nació de esa necesidad y, oigan, resulta ser un descubrimiento fabuloso.

Ingredientes

Bizcocho manzana y limón

Mantequilla en punto pomada 110 g

Azúcar 110 g

Huevos 

Harina de trigo 250 g

Levadura química 10 g

Sal un pizca

Limón ralladura y zumo por separado

Esencia de vainilla ml

Manzana pequeña

Azúcar glasé (para el glaseado final) 100 g

Elaboración del bizcocho de manzana y limón

El bizcocho de manzana y limón que puedes hacer en un momento

Batimos la mantequilla y el azúcar en un recipiente hondo y amplio hasta obtener una mezcla cremosa y blanquecina. Añadimos los huevos, de uno en uno, y mezclamos bien antes de incorporar el siguiente. Añadimos la esencia de vainilla, el zumo de limón (reservando dos cucharadas para el glaseado final) y removemos para integrar.

En un recipiente separado mezclamos bien la harina, la levadura química, la sal y la ralladura del limón. Incorporamos la mezcla al recipiente anterior, poco a poco y removiendo bien que no queden grumos. Pelamos y rallamos las manzanas y removemos suavemente hasta obtener una masa homogénea. Rellenamos con ella un molde de cake de 28 cm, con la base y paredes engrasadas y cubiertas de papel vegetal.

Introducimos el molde en la mitad inferior del horno, precalentado a 180 ºC con calor arriba y abajo, y cocemos durante 45-50 minutos aproximadamente. Dejamos enfriar antes de cubrir con el glaseado de limón, que preparamos mezclando el azúcar glasé con las dos cucharadas de zumo de limón reservadas.

Para desayunar, merendar, como postre (acompañado de una cucharada de yogur y unos frutos rojos) o acompañando la sobremesa, este bizcocho de manzana y limón es todoterreno. Delicioso con una bebida, fría o caliente, pero también por sí solo porque su miga es tan jugosa que no necesita más.

Otras recetas de bizcocho de aprovechamiento

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Para este recopilatorio hemos elegido 13 recetas variadas, válidas para todos los gustos, más clásicos, más modernos y originales, y por supuesto, buscando las recetas más fáciles de bizcocho para que no os compliquéis la vida cocinando. Si estáis listos, vamos a la cocina y empezamos a hornear.

El mítico bizcocho de yogur es todo un clásico que forma parte ya de la historia de nuestra gastronomía, al menos a nivel más doméstico y familiar. Básico para iniciarse en la repostería, a partir de su receta podemos introducir muchas variaciones jugando con los ingredientes. Este bizcocho de zanahoria y yogur sigue siendo facilísimo, perfecto para un desayuno o merienda de fin de semana.

La zanahoria añade jugosidad a la masa y, al ser una verdura naturalmente dulzona, nos permite reducir también la cantidad de azúcar para potenciar las especias. Con la presencia de la hortaliza y el uso de harina de espelta integral, esta versión es más nutritiva que otros bizcochos clásicos, sin dejar de ser un dulce de consumo ocasional.

Recetas de bizcochos hay muchas, pero creo que al final todos nos decantamos por los clásicos, y es que en cada casa tenemos nuestra versión predilecta. Creo que mis sabores favoritos, salvo en época navideña, son los cítricos, y especialmente el limón que tan buen aroma aporta a la miga. Este bizcocho jugoso de queso crema, limón, amapola y almendras es el ejemplo perfecto de lo que es para mí un bizcocho sencillo para cualquier día de la semana.

Cogí la idea de sustituir la mantequilla o aceite por un queso cremoso de este blog italiano, aunque en su caso usando mascarpone. Una tarrina de queso crema para untar -sin lactosa, en mi caso- que tenía a punto de caducar fue la excusa perfecta para poner en marcha el horno en esta ocasión, creando un bizcocho ligeramente húmedo, más ligero y muy sabroso, con ese punto crujiente de la amapola y el toque refrescante del limón.

El uso de cítricos en la repostería es un todo un clásico que siempre funciona, aunque me parece que siempre reducimos las posibilidades a la naranja y el limón. Con este bizcocho de mandarina y almendra os animo a usar otras frutas cítricas para probar matices diferentes, y aprovechar así la temporada.

Yo tenía un montón de mandarinas “caseras” en la despensa, cogidas de la huerta de mi tío en Murcia, y había que darles salida por si acaso se estropeaban. Esta receta la tenía apuntada como pendiente de probar y era el momento, una masa sin gluten que sustituye la harina por almendra molida, al estilo de la tarta de Santiago, y con la que tenemos que cocer primero la fruta entera, con piel incluida. Las clementinas son ideales por la piel finita que tienen y su gran sabor.