La princesa Ana dedica unas últimas palabras a su madre, la reina Isabel II

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Fuente: Gtres.

No se separó en ningún momento de su madre. La princesa Ana fue la única que vivió junto a la reina Isabel II sus últimos momentos de vida. La monarca británica fallecía el pasado 8 de septiembre en Balmoral, Escocia, donde se terminó reuniendo toda la familia real para después lanzar el comunicado que cambiaría la historia de Reino Unido. Desde ese entonces, Carlos III ya era rey y con él comienza una nueva era. Fue precisamente en el nuevo soberano el que junto a la princesa Ana pudo llegar a estar en los últimos instantes de vida con Isabel II.

Mucho se ha hablado en estos días, en los que el protocolo Puente de Londres se está llevando a la perfección, del rey Carlos III, de sus primeros discursos y de cómo está pasando el examen de Rey en estos primeros días. Así como, las miradas también se están centrando en el nuevo heredero, el príncipe Guillermo e incluso, en la sonada vuelta del príncipe Harry y Meghan Markle al lugar de donde decidieron huir. Pero hay alguien que entre este revuelo está presente, pero parece pasar desapercibida y es la princesa Ana. Pero es esta la que está jugando un papel muy importante desde que la reina Isabel II marchara de este mundo.

La princesa Ana se despide de su madre

>Poco a poco se van conociendo las despedidas que la familia real británica está teniendo para la reina Isabel II. El primero, como no podía ser de otra manera, fue un mensaje del nuevo rey Carlos III para después seguirle sus hijos, el príncipe Guillermo y el príncipe Harry quienes decidieran lanzar sus propios comunicados de despedida a la que fue su abuela y reina. Ahora, ha sido la princesa Ana la que a través de las redes sociales de la casa real de Inglaterra ha querido compartid con todos sus últimas palabras a la soberana, que ya se encuentra en el palacio de Buckingham de cara al funeral del próximo lunes 19 de septiembre.

«He tenido la suerte de compartir las últimas 24 horas de la vida de mi querida madre», comienza a relatar la princesa Ana, que fue la que se encontraba en Balmoral el día de su muerte. Desde entonces, la única hija de Isabel II no se ha separado del féretro de su madre y ha estado acompañándola en el coche fúnebre en los viajes por Reino Unido que dicta el protocolo para la despedida de la monarca: «ha sido un honor y un privilegio acompañarla en sus últimos viajes».

Ha sido en estos recorridos en los que la Princesa ha sido «testigo del amor y respeto» de todas las personas que los han acompañado y que dice que ha sido a la vez «humilde y edificante». La princesa Ana ha lanzado un mensaje sobre todo de agradecimiento a todos los que en estos días, desde Escocia a Londres, están acompañando a la familia real británica en los momentos de duelo.

«Debemos recordar todo lo que su presencia ha hecho por nuestro país y damos por hecho que sus recuerdos serán únicos«, ha querido también manifestar la hija de la soberana que, además, ha querido también mencionar al nuevo rey, a su hermano Carlos III. Sin duda, a sus 72 años, la princesa Ana está siendo también uno de los grandes apoyos del nuevo monarca -de 73 años- y pretende serlo más de ahora en adelante: «También estoy muy agradecida por el apoyo y la comprensión ofrecidos a mi querido hermano Carlos al aceptar las responsabilidades añadidas de monarca».

La hermana del nuevo Rey seguirá cumpliendo con sus obligaciones en los que al igual que estaba haciendo su hermano tiene un papel muy importante en acciones benéficas.

Tan fiel a su madre que rompe el protocolo

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La princesa Ana junto a sus hermanos, el rey Carlos III y el príncipe Andrés | Gtres.

>«A mi madre, la Reina, gracias», terminaba la princesa Ana su emotivo mensaje. La hija de la soberana ha sido quien ha tomado el importante rol de estar al lado del féretro durante el protocolo de despedida. Ha sido en estos momentos donde además se le ha podido ver muy emocionada, sobre todo por las muestras de cariño y apoyo de los ciudadanos británicos. Es tanta la intensidad con la que está viviendo este momento que no dudó en romper un protocolo histórico en la catedral de St. Giles en Edimburgo.

Cuando los restos mortales llegaron a la catedral todos los hijos de la reina Isabel II rodearon el féretro y comenzaron así la famosa Vigilia de los Príncipes. Esta ceremonia se llevó a cabo por primera vez con el funeral de Jorge V en 1936 por lo que todos los hijos varones debían rodear al monarca fallecido durante toda la noche. Aun así, los hijos de la monarca esta vez solo lo hicieron en un largo periodo de tiempo y entre ellos estaba también su hija, la princesa Ana, vestida con su uniforme de Capitana General de los Royal Marines, una de los uniformes más importantes de Reino Unido.