Elton John preocupa y mucho. El artista y compositor ha sido visto recientemente en silla de ruedas. Parece que el marido David Furnish, está literalmente condenado a vivir pegado a una silla de ruedas. El gran amigo de Diana de Gales, aparecía este 29 de mayo en el aeropuerto de Leipzig, sentado en la silla. Aunque puede andar, las dificultades de movilidad son muy grandes.
Elton John y su exitazo de Cold Heart
El cantante, a sus 75 años de edad, actuaba en el Red Bull Arena de Leipzig donde el éxito y el lleno estaba asegurando. Si mucho triunfó con la canción Candle in the wind, su dúo con Dua Lipa, Cold Heart va por el mismo camino. Allí en Alemania cautivó a todos los fans.
Candle in the Wind 1997, fue reescrita con motivo de la muerte de Lady Di. El tema vendió más de 33 millones de copias y Sir Elton John puede jactarse de ser el segundo sencillo más vendido en la historia, y eso que la Familia Real no quería que cantara para nada en el funeral de Diana de Gales.
Elton John, su caída de cadera, su talón de Aquiles
A pesar de ir en silla de ruedas, el artista goza de una gran salud en el escenario. Pero esa fatal caída sufrida hace meses, le tiene más que impedido. Lo que parecía que iba a ser una pronta recuperación, se ha convertido en su talón de Aquiles.
El pasado mes de septiembre, el británico tenía que cancelar varios conciertos y por ello emitía un comunicado con una terrible noticia. Elton John sufría una caída de lo más tonta, como él mismo calificaba sobre una superficie, muy dura. Por ello, la única solución era la operación lo antes posible: «Me aconsejaron que me opere cuanto antes para asegurar una recuperación completa y evitar problemas a largo plazo«, explicaba el padre de Zachary y Elijah Furnish-Elton.
9 meses después de su caída, Elton John sigue arrastrando grandes problemas
El amigo de David y Victoria Beckham tuvo que someterse a una intervención de urgencia porque todo acabó con una gran lesión de cadera.
«Caí tontamente sobre una superficie muy dura y, desde entonces, tengo un dolor considerable», explicaba él mismo. Lo que suponía una gran «incomodidad en mi cadera». A pesar de someterse a distintos tratamiento y acudir a la osteopatía y fisioterapia, no ha podido evitar la operación. De hecho, esto lo único que ha provocado ha sido algo peor, agravar su situación y provocar una pérdida de movilidad: «Al margen de un intenso tratamiento especializado de fisioterapia, el dolor no ha hecho más que intensificarse y ha desembocado en problemas crecientes de movilidad».
Ocho meses más tarde, Reginald Kenneth Dwight, como se llama en realidad, todavía no ha conseguido recuperarse de esta caída tan tonta que le mantiene convaleciente.
