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Pablo Urdangarín cuenta todos los detalles del encuentro con su abuelo

Después de casi dos años sin pisar nuestro país, es innegable que el Rey Juan Carlos ha disfrutado al máximo de esta breve visita de cuatro días que termina hoy con su regreso al Palacio de La Zarzuela y su reencuentro con el Rey Felipe y la Reina Sofía antes de poner rumbo a Emiratos Árabes, donde tiene establecida su residencia de forma estable.

En Sanxenxo desde que aterrizó en España el pasado jueves, el Emérito ha tenido tiempo de disfrutar de uno de los lugares en los que más a gusto se siente, de la gastronomía española que tanto le gusta, de una de sus grandes aficiones, la vela, y también de unos días muy especiales con algunos de sus mejores amigos, como el patrón del ‘Bribón’, Pedro Campos.

Pablo Urdangarín desvela cómo se sintió al ver a su abuelo, el Rey Juan Carlos, en las gradas en su último partido

Pablo Urdangarín

Pero, además, Don Juan Carlos también ha podido estar con parte de su familia. Y no nos referimos a la Infanta Elena sino a su nieto Pablo Urdangarín, con el que protagonizó un emotivo reencuentro que el hijo de la Infanta Cristina no imaginaba.

El Barça B de balonmano jugaba en Pontevedra contra el Club Cisne Colegio Los Sauces el sábado y, dispuesto a sorprender a su nieto, el Emérito asistía a presenciar el partido desde las gradas como si de una persona más se tratara, dejando sin palabras a un Pablo que, muy emocionado, se acercaba a su abuelo para darle un inmenso abrazo que refleja lo especial de su relación.

Un encuentro que, sin embargo, duraba tan solo unos minutos, puesto que el hijo de la Infanta Cristina abandonaba Pontevedra con el resto de la plantilla del Barça de balonmano. Ha sido precisamente a su llegada a Barcelona cuando Pablo nos ha contado su ilusión por la sorpresa que le dio Don Juan Carlos.

Con una inmensa sonrisa y la educación que le caracteriza, el sobrino de Felipe VI ha asegurado que «cualquier persona quiere que vaya su familia a ver su partido de balonmano, es algo bueno«, confirmando así su felicidad por haber podido jugar ante su abuelo.