Por mucho Covid o vacuna contra el mismo haya, la llamada ‘operación bikini’, que cada año parece que empieza antes (muchos empiezan a hablar de ella incluso cuando han pasado las fiestas navideñas), está ya en plena actividad y con ello las dietas, pastillas ‘quemagrasa’ y la promesa de perder peso con productos que en la mayoría de los casos son solo una ilusión. La industria farmacéutica persigue desde hace décadas un medicamento que permita adelgazar para convertirlo en un superventas, pero la verdad es que hasta la fecha no ha tenido mucho éxito en sus propósitos. Sin embargo, un medicamento experimental ha demostrado en miles de pacientes de Europa y Estados Unidos que se puede perder una media de 23,5 kg con una inyección semanal.
Precio elevado
Pese a todo hay que tener claro que esta vacuna es un tratamiento que ayuda, aunque no cura, en el que la reducción de apetito y sensación de saciedad se mantiene mientras dura el tratamiento. Por ese motivo, y como la obesidad es una enfermedad crónica, la medicación se debería mantener de por vida, como sucede con los tratamientos del colesterol o la tensión arterial, por ejemplo. De ahí que quizás el principal problema que se pueden encontrar los que quieran perder peso de esta manera sería su precio, que se prevé elevado.
