Pocos dulces como un buen bizcocho casero resultan tan sencillos pero a la vez tan sabrosos. Esta receta suele gustar tanto a mayores y pequeños y es ideal para cualquier ocasión. ¿Es justo que las personas que, por mil y un motivos, no pueden tomar azúcar, no puedan disfrutar de un plato así? Pues a todas luces no, por lo que vamos a intentar demostrar aquí cómo también se puede hacer tan rico manjar sin tener que contar en nuestros ingredientes con el azúcar, con un resultado tan bueno o más que los tradicionales. Eso sí, decorado con el toque crujiente y original que aportan las almendras, las semillas de amapola y el sésamo.
El papel del limón en el bizcocho
Ya preparado todo para hacer la receta de bizcocho sin azúcar, lo primero sería lavar, secar y rallar la piel del limón (solo la parte amarilla). Se pone en un bol, se añaden los dos tipos de harina (ambas tamizadas), el impulsor químico y se mezcla todo antes de reservarlo. Después se separan las yemas de las claras de los huevos y se baten las primeras junto con la stevia con la ayuda de unas varillas eléctricas durante un par de minutos. A continuación, se añade el yogur (sin escurrir), el aceite y se mezcla todo hasta que esté bien integrado. En ese momento, se añaden la mitad de los ingredientes secos que tenemos reservados, se baten y se incorpora el resto. Se sigue hasta obtener una mezcla homogénea y sin grumos, y se reserva.
