El cóctel de gambas es un entrante que nunca pasa de moda. No sólo resulta perfecto para cualquier mesa de fiesta, incluidas las bodas, como para un día cualquiera en el que se quiere simplemente tomar un plato ligero. De igual manera, otra de sus grandes ventajas es que se puede tomar en cualquier época del año, tanto en verano, por aquello de apetecerle a uno algo ligero y fresco como en pleno invierno, ya que es una de las recetas más socorridas como entrante en cualquier cena de Navidad, donde se suele servir sobre todo en copa, dando ese toque de elegancia tan típico de esas mesas. Y es que otra ventaja que tiene es que es muy rápido y fácil de preparar, por lo que no se tiene que dedicar mucho tiempo a su elaboración. De hecho, con las gambas cocidas, no necesitaremos más de 15 minutos para tenerlo listo.
Diferencias entre salsas
Echar a las gambas salsa rosa es lo mismo que echarle salsa rosada o salsa cóctel, ya que las tres son la misma. Eso sí, dentro de la receta existen varias variaciones según en qué país se prepare o la receta en la que la se vaya a utilizar. En Europa, por ejemplo, a excepción de España, la más típico es elaborarla con salsa de tomate en lugar de con ketchup. Este último, es más común en la salsa rosada de Norteamérica y Latinoamérica, donde también podemos verla con chili o unas gotitas de tabasco. Igualmente, puede sustituirse la mostaza Dijon por salsa Worcestershire u otros. Dependiendo de las costumbres gastronómicas locales y su uso, también varía la cantidad de ketchup o salsa de tomate que incluye la receta. Mientras que en Europa el tomate se utiliza para dar color a la mayonesa, en países de Latinomérica como Argentina, Colombia o Venezuela, su cantidad es mayor llegando a igualar la de la mayonesa.
