La disfunción eréctil es desde tiempos pretéritos uno de esos problemas que más afecta a la psicología de quienes la padecen y cuya tasa de diagnóstico más desciende debido a los prejuicios sociales que pesan sobre quienes reconocen esta anomalía. No obstante a este hecho, los datos indican que entre un 12 % y un 19 % de la población de entre 25 y 70 años presentan dificultades en su erección, por lo que no es ni mucho menos un fenómeno aislado y que se deba esconder. Además, su manejo médico exitoso da solución al problema en la mayoría de los casos, por lo que no hablar de ello podría alargar su padecimiento de manera indeterminada.
El porcentaje de casos actuales ha motivado que la propia Organización Mundial de la Salud haya reconocido esta dolencia con un grado de discapacidad igual al de enfermedades tan sonadas como la artritis reumatoide o la angina de pecho, por lo que no es algo que deba tomarse a la ligera. Además, los efectos psicológicos negativos que puede provocar sobre los pacientes han propiciado que se prefiera hablar de disfunción eréctil en sustitución a impotencia, que ni siquiera es un término médico preciso para definir el hecho en cuestión.
Causas principales
La disfunción eréctil no es algo que aparezca en los varones de manera fortuita, sino que su origen está ligado a otro tipo de enfermedades de mayor alcance de las que esta anomalía es síntoma. Quiere decirse con esto que cuando se padece esta dolencia, quizá este sea el menor de los problemas en comparación a la gravedad de lo que puede sobrevenir en un futuro no demasiado lejano. Pero, ¿qué puede motivar este incómodo trastorno sexual?
En la mayoría de casos la disfunción está ligada a problemas orgánicos referentes a enfermedades vasculares, ya que con la disminución en el flujo sanguíneo la presión peneana necesaria también se reduce. No obstante, también el factor psicológico influye en buena medida. El estrés emocional derivado de la exigencia puede redundar de manera negativa en esta faceta sexual, e incluso se espera que esta causa aumente en el futuro. Pero además de esto, hay ciertas dolencias concretas que pueden acarrear la disfunción eréctil.
- Diabetes: el deterioro arterial y neurológico que produce esta enfermedad son la causa multifactorial de que hasta un 50 % de los varones que padecen esta anomalía desarrollen igualmente la disfunción. Aproximadamente una década después de haber comenzado esta dolencia, los efectos referentes al órgano sexual masculino pueden aparecer. De igual modo, si sufrimos crisis de disfunción con alguna periodicidad, podría ser un indicador de que esta enfermedad comienza a acuciarnos.
- Hipertensión arterial: que este trastorno desemboque en problemas sexuales tiene dos orígenes. El primero de ellos está relacionado con la disminución de neurotransmisores de la erección que produce la presión arterial elevada. El segundo, la ingesta de antihipertensivos como tratamiento a la dolencia principal. De hecho, se cuenta como uno de los principales orígenes medicamentosos de la disfunción eréctil. La reducción de la presión a nivel arterial para reducir la hipertensión redunda en una reducción de la presión necesaria para la erección.
- Tabaquismo: la imagen varonil que puede aportar el tabaco al hombre tiene muy poco que ver con los efectos negativos que esta sustancia puede tener sobre la hombría. En efecto, frecuentemente los pacientes de disfunción eréctil son también fumadores, que, debido a la influencia del tabaco a nivel vascular y arterial, sufren de una disminución de la presión sanguínea, por lo que la capacidad de erección disminuye sensiblemente llegando a imposibilitarla en muchos casos.
Principales soluciones
Afortunadamente para quienes se ven afectados por este trastorno, la mayoría de casos tienen solución sencilla y eficaz en un periodo de tiempo ni siquiera demasiado prolongado. Las muchas terapias existentes en la actualidad para tratar la disfunción están recomendadas por los profesionales de la salud y hacen de esta enfermedad un episodio meramente transitorio. Además, muchos de estos compuestos farmacéuticos están desarrollados a base de sustancias naturales, por lo que pueden ser adquiridos sin receta en webs como farmaciaelpunto.es.
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