La conciliación de la vida laboral con la familiar se ha convertido en los últimos tiempos en un problema para algunos trabajadores, que ven cómo los horarios y las condiciones de sus jornadas restan parte del tiempo que les gustaría dedicar a su ámbito más personal. Si a esto le añadimos los grandes periodos vacacionales que los hijos disfrutan en los colegios en verano o navidades, entre otros, la dificultad se convierte en un verdadero problema, ya que no siempre los descansos de unos y otros coinciden. Quizá si se tiene la suerte de contar con el apoyo de los siempre recurridos abuelos, la complicación pueda aminorarse, pero la realidad es que no todas las familias pueden acudir a esta inestimable ayuda.
Frente a esta situación, uno de las prácticas más frecuentes entre las familias actuales es la recurrencia a las archiconocidas actividades extraescolares. Deportes, idiomas, música y danza, cases particulares refuerzo, entre otras muchas opciones, son las diferentes posibilidades en las que los padres depositan la esperanza de tener a sus hijos a buen recaudo a la par que en formación mientras ellos llegan del trabajo o atienden algunas otras necesidades importantes de la vida personal. Sin embargo no siempre pueden servirse de esta alternativa. Especialmente durante los meses de verano, es común que tanto las escuelas de deporte como los conservatorios echen el cierre hasta el comienzo del nuevo curso. ¿Qué solución se encuentra entonces?
Por suerte, muchas instituciones de todo tipo se encargan de organizar los esperados campamentos de verano, esos lugares de esparcimiento donde los hijos encuentran un espacio donde escapar de un ocio a veces monótono y aburrido a la par que los padres ven una solución eficaz al problema. En la sierra de Madrid, la asociación Gran Paintball ofrece uno de los mejores campamentos de la comunidad y acoge cada año a centenares de niños que esperan la vuelta de esta actividad.
La mejor alternativa
El campamento en la sierra de Madrid, que desde hace algunos años viene organizando Gran Paintball Madrid, ha recibido una calurosa bienvenida tanto entre los niños, que han encontrado un sitio donde liberar toda esa energía que guardaban para las vacaciones, como para los padres, que pueden acudir a sus puestos de trabajo con la tranquilidad de haber dejado a sus hijos en buenas manos y durante las horas necesarias. Además, al tratarse de un campamento urbano, ni padres ni hijos tendrán que enfrentarse a la a veces difícil situación de la pernoctación, que no a todos les despierta las mismas sensaciones. Al final del día todo el mundo vuelve a casa.
Que cada año más padres decidan llevar a sus hijos a este campamento en plena sierra de Madrid no es ninguna casualidad. El boca a boca es la mejor arma de publicidad y esta organización cuenta con las mejores críticas posibles. Sus 150 hectáreas de terreno natural, la dedicación de sus monitores y las muchas actividades que ofrece el campamento hacen que desde los 6 hasta los 14 años niños y adolescentes disfruten de esta experiencia. Aprendizaje en inglés adaptado, excursiones, paintball, tiro con arco, gincanas acuáticas, robótica, Masterchef, senderismo, orientación, baseball, bádminton y un sinfín de actividades más hacen las delicias de todos los que acuden al campamento huyendo de la rutina en que suelen caer las esperadas vacaciones.
Especialmente para los más pequeños, este campamento los ayuda a desarrollar sus capacidades motoras, sociales y emocionales a través de las muchas y entretenidas actividades que los monitores plantean. En ellas los niños deben cooperar entre sí, fomentando su interacción grupal, y se ven obligados a exprimir al máximo sus mejores capacidades y potenciarlas, por lo que además de unas horas de diversión inolvidables estarán adquiriendo unas experiencias y conocimientos que agradecerán durante su crecimiento y desarrollo.
En cuanto a las instalaciones, el amplio terreno del que la finca dispone facilita la conjugación de la naturaleza con aquellas infraestructuras cubiertas necesarias como duchas, aseos, comedor o los diferentes pabellones necesarios para actividades como el indoor, entre otros. Más de cien niños podrán disfrutar de su día en el campamento gracias a la capacidad de su comedor y sus merenderos naturales.
En lo relativo a la duración, una semana suele ser el periodo elegido por la mayoría de usuarios, aunque la organización permite disfrutar de este campamento durante un tiempo más prologando, para lo que incluso dispone de descuentos especiales. Además, para aquellos padre cuyas jornadas laborales san más amplias, existen tarifas en las que los hijos podrán estar en el campamento hasta 9 horas al día, comenzando la jornada a las 08:00 y terminando a las 17:00. Aunque quizá el precio podría crear algunas dudas entre quienes cuentan con un presupuesto algo más limitado, lo cierto es que es asequible y en él se incluye el total de actividades que el campamento ofrece (como excursiones y salidas), además de las comidas.
