Para los que estén ya hartos de cordero, después de las fiestas navideñas, Arguiñano intenta recuperarles para la causa con su receta de cordero guisado con tomate y vermut, un ingrediente poco habitual en los platos. La carne de éste suele corresponder a animales con menos de 300 días de vida y suele pesar entre 5.5 y los 30 kilos (dependiendo de la edad), ya que pasado este tiempo se denomina carnero. En nuestro país, por si alguno tiene reticencias, es un producto del que se controla el origen, la raza, la producción, la alimentación, la sanidad, el transporte, el sacrificio y la distribución a los establecimientos para la venta al público. En este sentido, los corderos deben sacrificarse antes de los 35 días de vida en el caso del lechal y entre 60 y 90 días en el caso del cordero recental.
Cómo finalizar la receta
Llegado este momento Karlos Arguiñano recomienda añadir el vermut y darle un hervor fuerte y rápido, e incorporar acto seguido el romero, el tomillo, el cordero y el tomate triturado. Se sazona y se guisa el cordero durante 30-35 minutos y se empieza a pelar los otros dos dientes de ajo para dorarlos en un cazo con un chorrito de aceite. Después se añadiría el arroz basmati, se rehoga un poco y se cubre con agua, antes de sazonarlo. Sólo quedaría cocinarlo, durante 12-15 minutos, y servirlo. El chef vasco aconseja hacerlo con un poco de salsa y acompañado con arroz blanco, así como decorar los platos con unas hojas de perejil. Y, dado que hay distintos fabricantes de arroz basmati, aconseja que se sigan las instrucciones que indica el envase respecto a la cantidad de agua y al tiempo de cocción.