Para los que estén ya hartos de cordero, después de las fiestas navideñas, Arguiñano intenta recuperarles para la causa con su receta de cordero guisado con tomate y vermut, un ingrediente poco habitual en los platos. La carne de éste suele corresponder a animales con menos de 300 días de vida y suele pesar entre 5.5 y los 30 kilos (dependiendo de la edad), ya que pasado este tiempo se denomina carnero. En nuestro país, por si alguno tiene reticencias, es un producto del que se controla el origen, la raza, la producción, la alimentación, la sanidad, el transporte, el sacrificio y la distribución a los establecimientos para la venta al público. En este sentido, los corderos deben sacrificarse antes de los 35 días de vida en el caso del lechal y entre 60 y 90 días en el caso del cordero recental.
Primeros pasos de Arguiñano

Para la receta de Karlos Arguiñano lo primero que hay que hacer es salpimentar el cordero y dorarlo en una cazuela con un chorrito de aceite. A continuación se retira el cordero a un plato y se reserva, y ya se pelan las cebollas y los seis dientes de ajo. Una vez picado todo en dados, se ponen a rehogar en la misma cazuela donde se ha dorado el cordero, y se rehogan las verduras durante 10-12 minutos a fuego suave-medio.