Fundada en la provincia de Småland en 1943 por Ingvar Kamprad, Ikea es hoy en día el nombre que le viene a la memoria a cualquier persona cuando se le pregunta por una tienda de muebles baratos. ¿Qué por qué son sus precios tan bajos en comparación con la competencia? Ellos mismos con la tecla al asegurar que utilizan diseños «más inteligentes, embalajes planos y producción en grandes volúmenes«. Lo cierto es que sí se nota en la factura y además, como en el circo, logran el más difícil todavía, seguir bajando las mismas con productos que incluso son grandes descubrimientos para los consumidores.
Burro para ropa de Ikea
Uno de esos productos con los que Ikea vuelve a sorprender, tanto por su calidad como por su precio, es este burro para ropa blanco Mulig que se puede colocar en cualquier parte de la casa, incluso en zonas húmedas como el baño o en un balcón cubierto. Con un ancho de 99 centímetros, un fondo de 20 centímetros y una altura de 152 centímetros, puede soportar un peso máximo de 20 kilogramos y su precio es de tan solo 9 euros, lo que le convierte en toda una ganga.
