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Drenaje linfático: de alertar a tu piel, beneficiar la circulación, a ‘curar’ los resfriados

Cuando te falta ligereza, como si arrastraras todo el día un peso añadido, incluso si tu piel está apagada, envejecida y con un tono nada favorecedor, puede que te esté dando una señal de alarma clara: quizás falla algo en tu sistema linfático. Esto nos cuentan los especialistas de Carmen Navarro que además nos ofrecen una guía rápida para que tengas a mano todos los detalles que te harán amar los masajes de drenaje linfático.

Los beneficios de estos masajes

Drenaje linfático: de alertar a tu piel, beneficiar la circulación, a 'curar' los resfriados

Según nos cuentan desde Carmen Navarro, los beneficios son muchos, ya que es clave para mantener el sistema linfático en perfecto funcionamiento. Con el drenaje conseguimos reducir la inflamación que se produce por la retención de líquidos gracias a que reactivamos la circulación linfática, eliminando los desechos del organismo. Los ganglios linfáticos recuperan su funcionamiento correcto, y de manera paralela combatimos la celulitis, y mejoramos el aspecto de la piel.

Sin olvidar el efecto relajante conseguido, clave para nuestra salud y para mejorar nuestra calidad de vida. También mejora la circulación sanguínea, algo que agradecen de manera especial aquellas personas que tienen varices o realizan tareas que les implican permanecer demasiadas horas de pie o sentadas. Los nutrientes llegan mejor a nuestros tejidos y, tras la sesión, necesitamos seguro ir al baño, señal inequívoca de que estamos empezando a liberar esas toxinas y deshechos que estaban “atrapados”.