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Concha Márquez Piquer, su muerte revive su tragedia con Curro Romero y su hija Coral

Concha Márquez Piquer fallecía este lunes 18 de octubre de 2021 tras permanecer más de un mes de lucha en la UCI del hospital Quirón. A sus 75 años la cantante moría tras una insuficiencia respiratoria. 

Hija de la gran Concha Piquer y del torero Antonio Márquez, Concha Márquez Piquer conoció la fama en el mismo instante en el que llegó al mundo, en Argentina, un 31 de diciembre de 1945. Con una belleza enigmática y el talento artístico de su madre corriendo por sus venas, Conchín (como así la llamaban los más cercanos) pronto se convirtió en una de las figuras más queridas y reclamadas del mundo del espectáculo y de la actuación tanto en nuestro país como en América.

Concha Márquez Piquer y su visceral enemistad con Curro Romero

Con una vida con todos los ingredientes que hicieron de las folclóricas ‘mitos vivientes’ – su matrimonio con uno de los toreros de la época, Curro Romero, que terminó en un divorcio y una ‘enemistad’ que duraría hasta el último momento, su amor de película por el actor Ramiro Ontiveros, a quien conoció en 1982 y de quien no se separó más que 3 días en casi 40 años, la muerte de su hija Coral, con apenas 19 años, en un trágico accidente de tráfico… – demasiadas vivencias que Concha decidió plasmar en su propia biografía, que presentó en una de las últimas ocasiones que la vimos, en el año 2017.

El momento más doloroso, la trágica muerte de su hija Coral

Siempre acompañada por su inseparable Ramiro -el mejor compañero que pudo encontrar y el gran amor de su vida, como confesaba en numerosas ocasiones- Concha nos contaba qué fue lo más complicado a la hora de escribir su propia historia en primera persona: «La muerte de mi hija. Fue durísimo, terrible». Y es que el fallecimiento de la menor de sus hijas con Curro Romero, Coral, en Estados Unidos en un accidente de tráfico cuando solo tenía 19 años fue un tremendo golpe que la artista nunca pudo superar y, a pesar de que poco a poco intentó recuperar la sonrisa, admitía que nunca volvería a ser ella. «He aprendido a vivir sin uno de mis brazos», solía confesar.

Concha Márquez Piquer nunca pudo soportar que la gente tuviera una idea de ella de estirada y antipática

Una biografía en la que, como no podía ser de otra manera, Concha hablaba de su amor por Ramiro. «Estamos siempre juntos. La clave de nuestro matrimonio ha sido el sentido del humor, simpatía, gracia, amor, inteligencia, sabiduría, intuición, saber ceder y paciencia», confesaba enamorada el día de la presentación de su ‘vida’.

Un libro lleno de anécdotas divertidas pero también de cosas dolorosas que, reconocía, decidió escribir para que «la gente sepa cómo soy, porque la gente tiene idea equivocada de mí, que soy estirada, antipática, pero no. Tengo un pronto fuerte y no es así. Quiero que se me conozca personalmente más, aunque lleve 40 años encima de un escenario».

«No me arrepiento de nada, al contario, aunque algunas cosas demasiado personales me las he callado», aseguraba Concha, que este lunes fallecía a los 75 años dejando un gran vacío en la escena española.