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Ana Soria y Enrique Ponce divorciado ya, comienzan una vida nueva

Ana Soria y Enrique Ponce siguen su amor frente a viento y marea. Y nunca mejor dicho. La pareja no duda en disfrutar siempre que puede, de una jornada en alta mar. Lo que más quieren es tranquilidad y pasar desapercibidos. Así, disfrutan de un discreto verano, muy alejado de la exhibición de su romance que hicieron el año pasado.

Más que nunca quieren quitarse del foco mediático ya que el de Chiva acaba de firmar su divorcio con Paloma Cuevas. Para evitar ser vistos prefieren hacerlo haciendo lo que más les gusta: relajarse en alta mar.

Ana Soria, cada día más feliz con el torero valenciano

Pareja flamante en la proa del barco, Enrique y Ana pasaron un divertido día de navegación en compañía de unos amigos. Todo sigue siendo idílico en ellos, incluso el de Chiva ha cambiado gustosamente la muleta con la que dar naturales a los toros, por la manguera con la que sacar lustre a la lancha.

Ana Soria está feliz con los cuidados y mimos de su chico. No duda en consolarla dedicándole numerosas muestras de cariño cuando los comentarios no son favorables. Y es que muchos, han visto en la andaluza, la causante de la ruptura del matrimonio Cuevas-Ponce. No ha sido nada fácil para ellos seguir con su amor hacia delante. Por eso, el apoyo del diestro es vital para la joven estudiante que no está acostumbrada a brear con ser una persona tan famosa. Él enseguida tan pronto que puede le saca una sonrisa.

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Tras una divertida jornada emprendieron el camino de vuelta a casa junto a su mascota, Ney, y una gran bolsa de uvas, porque, si hay algo que ha dejado claro Enrique es su pasión por la vida sana.

Unas imágenes que revelan que entre ellos no hay ni crisis, ni vestigios de ella. Enrique Ponce y Ana Soria siguen tan enamorados como el primer día y su relación se afianza a pasos agigantados, más ahora que el diestro es oficialmente un hombre divorciado.