Cincuenta años después, de Mediterráneo está vigente todo. El disco con el que Joan Manuel Serrat marcó a toda una generación ha atravesado el tiempo con la solvencia de las obras maestras, esas que crecen década a década para mantenerse igual de indispensables entre los más jóvenes. En 1971, el cantautor, actor, escritor, poeta y trovador cerraba en un estudio de Milán un álbum mítico, un alarde de luz en una España gris, que impactaría en la sociedad del momento pero no tardaría en alcanzar la condición de atemporal.
Una leyenda que cumple 50 años
> Ese trabajo que se gestó hace ya 50 años en un hotel de Calella de Palafrugell está disponible de nuevo en edición vinilo con motivo de su medio siglo de vida. Unas 10 canciones sencillas pero redondas. Como la que da título al disco, dedicada al mar que lo acunó desde niño; un tema que acabaría tarareando el país entero. O Aquellas pequeñas cosas, que contiene una de sus letras más personales y evocadoras. O todas las demás, de Lucía a Qué va a ser de ti, pasando por Vencidos, Pueblo blanco, La mujer que yo quiero, Barquito de papel, Tío Alberto y Vagabundear.
Todos los temas, compuestos por Joan Manuel Serrat excepto Vencidos – basado en un poema de León Felipe – tuvieron un impacto brutal y trascendieron fronteras. Un disco esencial que viajó en el tiempo, hasta el punto de lucir en el top 3 de los mejores 100 discos españoles del siglo XX. Uno de sus trabajos más inspirados, un resumen de su lírica, sus grandes temas y su búsqueda emocional como cantor de las pequeñas cosas. Una leyenda viva que ahora celebra el 50 aniversario del disco que cambiaría su vida para siempre, Mediterráneo.