TodavÃa con el recuerdo reciente de la boda de Carlos Fitz-James Stuart y Belén Corsini en el Palacio de Liria el pasado 22 de mayo, toda la familia Alba se volvÃa a reunir, esta vez en Sevilla, para asistir al bautizo de Rosario, hija de Fernando Fitz-James Stuart y SofÃa Palazuelo. Un acto Ãntimo al que solo acudió la familia y amigos más cercanos a los Duques de Huéscar y en el que, una vez más, echamos de menos a Cayetano MartÃnez de Irujo, que hace dos semanas tuvo que ser operado de urgencia de una obstrucción intestinal y que continúa recuperándose en su domicilio.
Quienes no se lo perdieron sin embargo fueron Eugenia MartÃnez de Irujo y su hija Cayetana Rivera, espectaculares con dos coloridos e impresionantes vestidos que acapararon todas las miradas en el bautismo de la pequeña Rosario. Este domingo, todavÃa con la ‘resaca’ del emotivo momento vivido horas antes, la Duquesa de Montoro abandonaba el sevillano Palacio de las Dueñas minutos antes que su hija, que lo hacÃa con su tÃo Fernando sin querer hacer declaraciones a la prensa.
Tan amable como de costumbre, Eugenia ha confesado que el bautizo fue «muy bien», destacando el momento en el que su sobrina nieta cogió la medalla de los gitanos, un homenaje a la desaparecida e inolvidable Duquesa de Alba que emocionó a toda la familia en un dÃa tan único como especial.
Un acto en el que Cayetano MartÃnez de Irujo se convirtió una vez más en el gran ausente, aunque su novia Bárbara Mirjan, espectacular de RocÃo Peralta con un vestido mantón de manila, sà estuvo presente, demostrando la buena relación que le une con su familia polÃtica. «Pobre, pero tampoco tiene ganas porque se está recuperando poco a poco», señalaba Eugenia explicando la falta de su hermano en un dÃa tan importante para los Alba.