Norma Duval vive uno de los momentos más tristes de su vida con el fallecimiento de su madre, Purificación Aguilera, a los 89 años. Muy delicada de salud a causa del Alzheimer que padecía hace más de diez años, su situación se había agravado en los últimos tiempos y la vedette estaba completamente volcada en su cuidado, como ella misma aseguró tras el confinamiento, al confesar que su progenitora estaba grave y que intentaba separarse solamente lo imprescindible de su lado.
Un día después de su fallecimiento, y tras haber velado su cuerpo en el domicilio que la artista tiene a las afueras de la capital, Norma ha enterrado a su madre en el madrileño cementerio de San Isidro en un acto íntimo al que sólo han asistido los familiares y amigos más cercanos de la vedette.
Muy entera, completamente de luto y ocultando su tristeza bajo unas gafas de sol oscuras, Norma ha contado en estos complicados momentos con el apoyo de su pareja, Matthias Kuhn – que se desplazó desde Mallorca en cuanto conoció la noticia del fallecimiento de su ‘suegra’ – y de sus tres hijos, Marc, Yelko y Christian, muy unidos a su madre.
Además, en el cementerio también pudimos ver a Andrea y Paula Paredes, las hijas mellizas de Carla Duval, que llegaron abatidas y acompañadas por su primo Christian para despedir a su abuela, a quien estaban muy unidas y con quien residieron en la casa de su tía Norma desde el fallecimiento de su madre el 31 de octubre de 2010.
