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miércoles, 24 abril 2024

Rocío Carrasco, el ave fénix que resurgió de sus cenizas, cumple 44 años

Cuando se dio a conocer el estreno de la docu-serie de Rocío Carrasco, Rocío, contar la verdad para seguir viva, nadie podía imaginar lo que sucedería después. Lo que sí que entendimos desde un primer momento es que la protagonista había pasado por un intento de suicidio porque una de las frases demoledoras con las que comenzó fue, algo así como «esta historia comienza el día que intenté quitarme la vida».

Rocío Carrasco

Hoy, Rocío Carrasco cumple 44 años y lo hace siendo una mujer completamente diferente a la que era hace un años. Y sí, la vida puede cambiar de un día para otro, imagínense después de 365 y con una grabación de por medio que le ha hecho limpiar todo su ser interno, desahogarse y contar la verdad que estaba oculta entre palabras manipuladas vertidas en platós de televisión por Antonio David.

Rocío Carrasco ha revivido, tiene más fuerza que nunca y se ve más segura de sí misma, y todo por conseguir que la escuchen. Da igual si la gente le ha entendido o no, ella se muestra orgullosa por poder haber contado públicamente la verdad de su vida, de su historia, la que solamente había trazado un ser al que ni siquiera menciona en su discurso.

Estaba preparada y lo hizo, se vistió y se puso delante de una cámara que recogió todos los detalles necesarios que hacían falta para entender a una mujer que ha vivido un infierno antes y después de su relación con Antonio David. Si pensaba que lo peor era estar viviendo con él, se equivocaba, porque el verdadero infierno vino cuando se divorció.

Aún así, Rocío ha levantado sus alas y ha prometido venganza. Así lo ha hecho y lo ha conseguido, no hay peor castigo que un juicio social de personas que ven en las palabras de la protagonista verdad y sufrimiento, una víctima con todas las letras que se ha recompuesto de sus cenizas y ha levantado su vuelo.

44 años y Rocío se siente más viva que nunca. Preparada para todo y más, la protagonista está en tratamiento para poder seguir con su vida y, algún día, retomar la relación con sus dos hijos. Y nosotros esperamos ansiosos que ella se encuentre con fuerza y con la seguridad necesaria para ver ese abrazo, o no, porque quizás sea ella la que elija apartarse para siempre de todo aquello que la hizo daño.