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Imanol Arias se refugia en el teatro en plena polémica

Imanol Arias está a la espera de la celebración del juicio oral en la Audiencia Nacional por presunto fraude fiscal como cliente de la Asesoría Nummaria. Mientras tanto, el actor está inmerso en el teatro y ha sostenido que meterse de lleno en la piel de sus personajes le ha ‘reconfortado’. Además, ha confesado que: «Quien espera lo mucho, espera lo poco«.

El intérprete, de 65 años, ha asegurado que espera la cita para que le vacunen y que se ha convertido en un «tío cumplidor» con respecto a las restricciones: sale con cuidado, da paseos largos y, como aficionado a la gastronomía, acude a los restaurantes que le ofrecen seguridad. Ha confiado en que eso ocurra también en las salas de teatro: «la gente tiene que sentirse segura, cuando eso pasa entonces todo va estupendamente». No obstante, ha pedido humildad ante la pandemia y dicho que ve lejos su fin: «faltará mucho, porque estamos vacunándonos muy pocos, incluso en los países ricos».

Imanol Arias elogia la ‘dignidad’ del Coronel García Márquez que interpretará en el poliorama el actor ha explicado que el coronel es un «optimista» pese a llevar 15 años esperando a que el gobierno le reconozca con una pensión su condición de veterano de guerra: «Ahora es más difícil tener una dignidad. Todo te hace estar más pendiente. Tu vida, tus deudas, las leyes… tener dignidad ahora es buscarla. La vida no es digna«.

Además, ha asegurado que el original de García Márquez tiene un «poder esclarecedor, balsámico» y que trata esencialmente de la violencia. Concretamente, no de los hechos reales que asolaron América latina durante su época, sino de «La violencia de los que resisten, la de la vida de unos señores mayores abandonados, que forman el país y se han quedado sin nada. La sociedad los respeta, los tiene como símbolos, pero desde la pobreza».

El actor ha aplaudido el trabajo de su director, Carlos Saura, por su montaje «basado en la luz y en pequeños movimientos», con fuerte peso de la música original de Chavela Vargas y unas proyecciones: «Hay una tendencia a hacer grandes piezas pero que el engranaje del montaje no se las coma y las haga imposibles. Ahora se tiende mucho a espacios donde lo físico no está presente«.