Tan solo 24 horas después del debut en solitario de la Princesa Leonor en un acto oficial demostrando su profesionalidad y su preparación como heredera al trono a sus 15 años de edad, los Reyes han retomado su agenda oficial con su primer viaje de Estado al extranjero desde que se inició la pandemia del Covid hace un año.
Si esta mañana les veíamos durante la despedida con honores que le han dispensado las autoridades en el aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid Barajas poco antes de emprender el viaje de Estado que durante dos días les llevará a conocer Andorra, nada más aterrizar en su destino los Reyes han recibido el cariño y el calor del pueblo andorrano.
Iniciando una frenética agenda que, durante dos días les llevará a protagonizar numerosos actos, reuniones y encuentros oficiales, Don Felipe y Doña Letizia han comenzado su visita al Principado en la antigua sede del Parlamento, en el casco antiguo de la ciudad. Allí han sido recibidos en un acto solemne por diferentes autoridades andorranas y por el representante de la República francesa en ausencia de su presidente, Emmanuel Macron.
Sonrientes y cercanos, los Reyes han sido aclamados y aplaudidos por el pueblo andorrano antes de entrar al interior de la Casa de la Vall, donde se han reunido con los presidentes de los cinco grupos parlamentarios del Principado – con quienes han mantenido una amena conversación sobre las costumbre del Principado – y han firmado en el libro de honor del país.
Con el mismo look con el que se despidió de Madrid, la Reina Letizia ha enamorado con su elegancia y su belleza a los andorranos. Y es que con un moño de bailarina, su favorecedor vestido color burdeos de Massimo Dutti efecto fit – que estrenó el pasado mes de febrero cautivando en su visita a la Biblioteca Nacional – y su amabilidad y cercanía la monarca ha conquistado en su primera aparición a los habitantes del Principado.
