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La regulación española del juego online, referente en América Latina

#APUESTAS | Contenido para mayores de 18 años

Las apuestas en internet están creciendo globalmente de forma sostenida durante la última década, y algunas estimaciones apuntan que los ingresos de los operadores podrían superar los 500.000 millones de euros en 2023.

El éxito generalizado del negocio del juego y las apuestas en línea se está basando en los procesos de digitalización que están en marcha, en mayor o menor medida, en numerosos países por todo el mundo. Este internet de las cosas se está viendo acelerado aún más por la penetración de un número creciente de dispositivos móviles de todo tipo, empezando por los smartphones de última generación.

La tendencia a migrar desde lo presencial hacia lo digital se ha multiplicado por la situación imperante a nivel global, caracterizada por las restricciones y los confinamientos derivados de la crisis pandémica. Por todo ello, los operadores de apuestas online han encontrado el caldo de cultivo idóneo para crecer y expandir sus operaciones internacionalmente.

Hoy día con un ordenador, teléfono móvil o tableta, y conexión a internet, uno puede acceder a multitud de páginas web de apuestas. Éste es sin duda el caso de España, donde hay cerca de una cincuentena de casas de apuestas online operando legalmente, así como otras haciéndolo al margen de la legislación. El país cuenta con regulación del juego online desde 2012, año de entrada en vigor de la última ley de juego, aún vigente.

A partir de entonces, toda empresa de juego online que desee operar en España debe solicitar una licencia de actividad, emitida ésta por la Dirección General de Ordenación del Juego. La DGOJ (por sus siglas) es una entidad pública y dependiente del Ministerio de Consumo que se ocupa de la regulación, autorización, supervisión y, en su caso, sanción a operadores de juego y apuestas en el país.

El modelo español hace Las Américas

El español pasa por ser uno de los sistemas de regulación más avanzados de toda la Unión Europea, y está sirviendo además como modelo a seguir en países de América Latina. Colombia fue el primero en adoptar un modelo similar, ya que en 2016 empezó a ejercer sus funciones Coljuegos, empresa pública dependiente del Estado Colombiano que se encarga de regular el sector del juego y de emitir licencias de actividad.

México también está dando pasos en la misma dirección con la preparación de una regulación expresa para el juego en línea, la cual por una parte supondrá mayores garantías para el apostante online, pero además resultará en ingresos adicionales para el Estado por mor de la recaudación impositiva.

Pero no es otro que Perú el país latinoamericano de habla hispana que mayores avances está haciendo. El Congreso de la República está actualmente estudiando una propuesta legislativa que, de salir adelante, supondrá que las casas de apuestas en Perú que operan por internet paguen un impuesto del 12% de su facturación

Según estimaciones, la recaudación de esta tasa impositiva podría superar los cincuenta millones de euros anualmente, un dinero que iría a parar a las arcas del erario público en Perú y sin duda reforzaría la capacidad del gobierno para paliar las consecuencias de la crisis económica por la pandemia que asola al país.

Igualmente, la propuesta presentada en el congreso peruano persigue la introducción de programas de prevención del juego problemático, así como la promoción de actividades deportivas, educativas y culturales.