Situada en el punto de mira de todos tras haberse vacunado contra el Covid en su Ćŗltima visita al Rey Juan Carlos en los Emiratos Ćrabes, la Infanta Elena intenta ignorar las feroces crĆticas por su comportamiento y, poniendo al mal tiempo buena cara, continĆŗa con su dĆa a dĆa.
A pesar de que diferentes fuentes aseguran que su relaciĆ³n con el Rey Felipe VI atraviesa por uno de sus peores momentos, que no mantienen trato alguno desde que se vacunĆ³ contra el Coronavirus, y que su cuƱada, la Reina Letizia, no puede soportarla ni a ella ni a su hermana, la Infanta Cristina, DoƱa Elena prefiere dar la callada por respuesta y centrarse en su trabajo.
AsĆ, un dĆa mĆ”s hemos visto a la Duquesa de Lugo saliendo de su domicilio al volante de su propio coche, bastante seria y sin hacer declaraciones acerca de su maltrecha relaciĆ³n con Don Felipe. Molesta, y acelerando su vehĆculo, la Infanta Elena da la callada por respuesta a las crĆticas que la culpan de daƱar a la imagen de la monarquĆa con su actitud.
Sin embargo, a su llegada a su trabajo en la FundaciĆ³n Mapfre, la primogĆ©nita de los Reyes emĆ©ritos se muestra mucho mĆ”s relajada y bastante mĆ”s simpĆ”tica que en dĆas pasados y, a paso ligero, no duda en saludar a la prensa con la mano mientras bajo la mascarilla quirĆŗrgica se adivina un atisbo de sonrisa en su rostro. Eso sĆ, fiel a su costumbre de no hablar, la Infanta Elena, centrada en su telĆ©fono mĆ³vil, evita confesar si estĆ” arrepentida por su vacunaciĆ³n en Emiratos Ćrabes o si va a pedir perdĆ³n pĆŗblicamente por su comportamiento. Un acontecimiento que sin duda habrĆ” causado brechas en la relaciĆ³n con su hermano.