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Iker Casillas, todo un padrazo en su vuelta a la normalidad

Este viernes daban el alta hospitalaria a Sara Carbonero y la veíamos salir de la Clínica Navarra con una sonrisa al lado de su marido, quien iba conduciendo el vehículo. Lo cierto es que han sido muchos los rumores de crisis sentimental que ha tenido la pareja en los últimos meses, pero esta intervención a la que fue sometida la periodista hace unos días ha acabado con todos ellos y ha puesto a Iker Casillas en el lugar que se merece.

Todo un padrazo, este viernes por la tarde después de dejar a su mujer en casa, acudía al colegio a por sus hijos, quienes iban disfrazados con motivo de los Carnavales. Está claro que el portero de fútbol se está volcando más que nunca en su familia y sobre todo en sus hijos, quienes le han sacado una sonrisa en un día tan especial para el matrimonio.

Sara Carbonero descansa ya en casa y agradeció ayer por la tarde todas las muestras de cariño recibidas durante estos días. Sin duda la mayor de las alegrías para la periodista fue llegar a casa y encontrarse a sus dos hijos disfrazados y disfrutando de la compañía de su madre, algo que seguro que le aportó paz y le hizo sentir más que nunca que estaba en su hogar.

La imagen de Iker Casillas se ha visto beneficiada estos días por ver cómo se ha volcado con su mujer, lo que ha hecho que los rumores de separación se disipen y veamos a un matrimonio de lo más unido posible, y a un padre, como siempre hemos visto, volcado con sus hijos.