Tratando de mantenerse alejado del revuelo mediático que rodea el enfrentamiento entre Isabel Pantoja y Kiko Rivera, Cayetano Rivera prefiere seguir con su vida lo más alejado posible de la complicada situación que vive su hermano. En esta ocasión el diestro y su mujer, Eva González, llegaron juntos a la capital para cumplir con ciertos asuntos laborales.
Muy serios, y empujando una pequeña maleta, el atractivo matrimonio llegó a la estación de Atocha de Madrid demostrando que su relación atraviesa por uno de sus mejores momentos. Centrados en su trabajo y en el cuidado del pequeño Cayetano, la pareja se mostró parca en palabras y muy discreta con el mal momento que atraviesa, en la actualidad, Kiko Rivera.
Eva destacó una vez más por su elegancia con pantalón negro, maxi abrigo en el mismo color y blazer de cuadros en tonos rojo y blancos que rompía la seriedad de su look. Cayetano, por su parte, apostó por unos jeans y un plumífero en color verde botella y, pese a su discreción, desmintió que hubiese pasado el Coronavirus, como se publicó cuando falleció su tío José Rivera, «Riverita».
– Hola, Cayetano y Eva.
– «Buenos días.»
– ¿Venís por algún motivo de trabajo a Madrid?
– «Claro, si no fuese así no…»
– ¿Qué tal estás, Cayetano? Que estuviste con algún contacto estrecho con el Covid. Al final solo fue un contacto, pero no lo has pasado, ¿no?
– «No, no fue contacto. Me aislé por precaución.»
– O sea que todavía no lo has pasado y esperamos que no lo pases.
– «No, gracias a Dios no y espero seguir así.»
– Queríamos preguntarte si has podido hablar con tu hermano Kiko que está un poco destrozado después de todos estos días con las entrevistas.
– «Ya sabéis que esos son temas de los que no hablo así que…»
– Sí, pero por lo menos para darle un poco de apoyo por estos días que dice que lo está pasando realmente mal y también ha dejado un poco las redes
– «Ya sabéis qué de esos temas no hablo, así que por favor.»
– También dice que puede vender la parte suya de Cantora. Se ha comentado que vosotros podríais estar dispuestos a comprarla.
– «Hasta luego, gracias.»