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Cayetano Rivera y Eva González juntos en la capital por asuntos laborales

Tratando de mantenerse alejado del revuelo mediático que rodea el enfrentamiento entre Isabel Pantoja y Kiko Rivera, Cayetano Rivera prefiere seguir con su vida lo más alejado posible de la complicada situación que vive su hermano. En esta ocasión el diestro y su mujer, Eva González, llegaron juntos a la capital para cumplir con ciertos asuntos laborales. 

Eva González y Cayetano

Muy serios, y empujando una pequeña maleta, el atractivo matrimonio llegó a la estación de Atocha de Madrid demostrando que su relación atraviesa por uno de sus mejores momentos. Centrados en su trabajo y en el cuidado del pequeño Cayetano, la pareja se mostró parca en palabras y muy discreta con el mal momento que atraviesa, en la actualidad, Kiko Rivera.

Eva destacó una vez más por su elegancia con pantalón negro, maxi abrigo en el mismo color y blazer de cuadros en tonos rojo y blancos que rompía la seriedad de su look. Cayetano, por su parte, apostó por unos jeans y un plumífero en color verde botella y, pese a su discreción, desmintió que hubiese pasado el Coronavirus, como se publicó cuando falleció su tío José Rivera, «Riverita».

Hola, Cayetano y Eva.

– «Buenos días.»

¿Venís por algún motivo de trabajo a Madrid?

– «Claro, si no fuese así no…»

¿Qué tal estás, Cayetano? Que estuviste con algún contacto estrecho con el Covid. Al final solo fue un contacto, pero no lo has pasado, ¿no?

– «No, no fue contacto. Me aislé por precaución.»

O sea que todavía no lo has pasado y esperamos que no lo pases.

– «No, gracias a Dios no y espero seguir así.»

Queríamos preguntarte si has podido hablar con tu hermano Kiko que está un poco destrozado después de todos estos días con las entrevistas.

– «Ya sabéis que esos son temas de los que no hablo así que…»

Sí, pero por lo menos para darle un poco de apoyo por estos días que dice que lo está pasando realmente mal y también ha dejado un poco las redes

– «Ya sabéis qué de esos temas no hablo, así que por favor.»

También dice que puede vender la parte suya de Cantora. Se ha comentado que vosotros podríais estar dispuestos a comprarla.

– «Hasta luego, gracias.»