Ha vuelto a protagonizar las portadas de los medios de comunicación. La joven Rocío Flores decidió que, tras quedarse con un tercero puesto en Supervivientes, lo mejor era retirarse por completo del foco mediático. Uno en el que había intentado por activa y por pasiva arreglarse con su madre, Rocío Carrasco. Tras semanas alejada, hoy la historia ha dado un giro de 180 grados. ¿Qué ha hecho la hija de Antonio David? Te lo contamos todo, a continuación.
El principio del fin
> Pasaron años hasta que se habló abiertamente del conflicto entre madre e hija. Fue la participación de Antonio David en la séptima edición de Gran Hermano VIP lo que hizo que volver a la primera fila de foco mediático la batalla legal del ex guardia civil con la hija de la más grande. Para más Inri, que la hija de ambos dos, Rocío Flores, decidiera dar un paso adelante y defender a su padre en plató, no hizo más que encender la llama.
Una que terminó apagando con su participación en Supervivientes. Una en la que la mayor de la familia Flores supo cómo aguantar hasta el final. Su físico, a pesar de las penurias por las que pasó en los Cayos Cochinos, mejoró, se mostró tal y como realmente es (seguro que recuerda que este era su principal objetivo), y llegó a un tercer puesto muy codiciado en la final.
Sin embargo, hubo algo que no consiguió: la atención de su madre, con quien lleva sin hablarse más de siete años. De nada sirvieron las plegarias de la joven que llevó a cabo en pleno directo gala tras gala para estrechar lazos. Rocío Carrasco ni estaba ni se la esperaba. Esto sin duda fue el principio del fin para la joven Rocío Flores que vio como su madre, por quien lloraba cada noche en la isla de Supervivientes, pasaba de ella.
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