Carmen Borrego ha tenido una de las tardes más duras de su carrera. Viva la vida presenciaba cómo la colaboradora explicaba de una manera poco concreta y resolutiva por qué había dado tales declaraciones en una exclusiva contra su familia. Tal fue el afán por quedar bien y que sus palabras no afectaran a su reputación que terminó liando el asunto hasta un límite que no tenía retorno. Para ella, su hermana Terelu no había entendido sus palabras y se sentaría para aclararlas. Sin embargo, pronto, perdería los papeles y los colaboradores y hasta la presentadora Emma García no le permitirían ni una salida de tono más. Si quieres saber en qué quedó finalmente el asunto y la dureza de las afirmaciones con que Emma García cortó de raíz el discurso de la del clan Campos sigue leyendo. Te lo contamos al detalle a continuación.
La tarde más dura de Carmen Borrego: Se le abren nuevos frentes
> Carmen Borrego se ha sentado en el plató de Viva la vida, el programa donde cada fin de semana colabora, para dar explicaciones acerca de la información vertida en la revista Lecturas en una de las tantas exclusivas que ha dado a lo largo de estos últimos meses. Como era de esperar sus palabras tendrían serias consecuencias. Pues lejos de hablar de sí misma y de su vida, que también, atacó directamente a su propia hermana y a su sobrina: Terelu y Alejandra. Muy dolida, así es como se ha sentido Carmen cuando, y tal y como cuenta, su familia no le ha defendido en televisión. Alegó que ha sufrido mucho y su sentimiento era ese, que su propia hermana nunca ha dado un golpe en la mesa para frenar los ataques hacia su persona.
Unas declaraciones, que un día antes, la propia Terelu quiso desmentir. Pues afirma y así se ha visto en múltiples ocasiones que siempre ha dado la cara por su hermana. «Muchas veces el silencio es la mejor de las defensas y siento mucho que no lo haya entendido así. Ella sabe que no dejaría que la tocaran nunca«, contaba la hija mayor de María Teresa Campos demostrando que siempre lo había dado todo por ella por lo que no entendía esas acusaciones. Tampoco lo hacíaAlejandra Rubio. Descolocada durante toda la tarde, no podía comprender por qué su tía había hablado de esa manera para una revista cuando nunca le ha manifestado dicha opinión personalmente. «Era innecesario», llegaba a relatar.
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