Tras la decisión de Anita Matamoros de quitarse el apellido en redes sociales y desligarse definitivamente de la controvertida figura de su padre, Kiko Matamoros – con quien lleva sin hablarse casi un año – ahora es el único miembro de la familia que tiene buena relación con ambos, Laura, quien se pronuncia tanto sobre el cambio de nombre en Instagram de su hermana, como sobre el enfrentamiento que ésta tiene con el polémico colaborador.
En sus primeras declaraciones tras confesar que padece un glaucoma, la influencer confiesa que lo hizo público porque «al final creo que también hay que darle normalidad a estas enfermedades y a estos asuntos porque no se puede hacer otra cosa más que convivir con ello».
Sorprendida cuando le comentamos que Anita se ha cambiado el nombre en redes sociales, Laura asegura que «no tenía ni idea» y justifica la decisión de su hermana porque «Matamoros es un apellido muy largo también».
Sin querer pronunciarse acerca de si Anita y su padre se reconciliarán en un futuro, la novia de Benji Aparicio sí confiesa que su enfrentamiento «es una pena», aunque no confirma si intentará mediar para que Kiko y su hija pequeña se reconcilien próximamente.
Kiko Matamoros, sorprendido y en cierto modo dolido, se ha pronunciado sobre este cambio en «Sálvame», pero Makoke, por su parte, prefiere mantenerse al margen de la iniciativa con la que Anita se aleja todavía más de su padre.
Sin querer opinar sobre las declaraciones de su exmarido asegurando que «no he visto nada», tampoco se pronuncia sobre el cambio de nombre de su hija en redes sociales, coincidiendo con Laura Matamoros. Sin palabras, Makoke zanja la polémica confesando «no tengo nada que decir. Perdonarme pero no quiero ser maleducada».
En cambio Makoke está en un buen momento personal ya que hace unos días Javier Tudela y Marina Romero desvelaban el sexo del que será su primer hijo, un niño. La modelo – embarazada de 4 meses – y el hijo de Makoke están deseando verle la cara a su pequeño, que nacerá a principios de verano, y ya han comenzado a comprar las primeras cosas para su bebé, que llega después de 4 años de intensa relación.
Pletórico, Tudela confiesa que él quería que su primer hijo fuese un niño, por lo que no puede ocultar su ilusión con la feliz noticia. Además, confirma que se llamará como él, cumpliendo una tradición familiar: «Sí, mi padre Javier, yo Javier, todos Javieres».
