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Pablo Urdangarín se muestra feliz tras el tercer grado penitenciario de su padre

Hace dos semanas que Iñaki Urdangarín obtuvo el tercer grado penitenciario, pero todavía no hemos logrado preguntar sobre esta semilibertad a ninguno de los miembros de su familia. Hasta ahora. Y es que pese a que se ha rumoreado que alguno de sus hijos se había desplazado con la Infanta Cristina hasta Madrid para celebrar esta medida judicial que acerca un poco más al exduque de Palma a la libertad, ninguno de ellos se ha dejado ver en la capital.

Pablo Urdangarín

Pablo, segundo hijo del matrimonio, continúa con su día a día en Barcelona y todavía – que sepamos – no ha podido ver a su padre desde que éste obtuvo el tercer grado penitenciario. Inmerso en sus entrenamientos con el Barça de balonmano, el joven habría sido uno de los grandes ausentes en la celebración familiar con la que su madre, sus hermanos Juan y Miguel, su tía Doña Elena y sus primos Froilán y Victoria Federica habrían festejado la semilibertad de Urdangarín en la vivienda de la Duquesa de Lugo en el madrileño barrio de Retiro.

Muy discreto, sin embargo, Pablo prefiere no confirmar o desmentir su ausencia en el reencuentro familiar ni tampoco confiesa si ya ha podido ver a su padre después de que este haya obtenido el tercer grado penitenciario. Apretando el paso y, sin poder ocultar su timidez, el nieto de los Reyes eméritos sí ha confesado que toda la familia está contenta porque Iñaki ha comenzado a hacer por fin una vida «normal» dentro de las circunstancias en las que se encuentra.

Parco en palabras, Pablo responde un escurridizo «no tengo nada que decir» a la pregunta de si podremos verle en compañía de sus padres algún fin de semana, ahora que el exduque de Palma tiene todos libres tras su paso de grado. Con un «muchísimas gracias, gracias», el segundo hijo de la Infanta Cristina zanja todas las cuestiones y, sonriendo tímidamente, demuestra sin necesidad de expresarlo con palabras su felicidad por la semilibertad de la que disfruta su padre después de dos años y medio en prisión. Lo que si está claro, es que seguro que tiene muchísimas ganas de vivir ese reencuentro tan inesperado.