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Irene Rosales, devastada ante el ultimátum de Kiko a la Pantoja

Kiko Rivera reaparecía el pasado domingo en televisión ofreciendo una sincera y desgarradora entrevista en Domingo Deluxe. Una entrevista que, sin lugar a dudas, le aleja todavía más (si es que es posible) de su su madre, Isabel Pantoja.

Dolido y, en cierto modo, desesperado, el Dj no ha dudado en dar un ultimátum a la tonadillera. Kiko Rivera le advertía que si no se pone en contacto con él en 24 horas tomará acciones legales contra ella para que le explique, en un juzgado, qué ha hecho con el dinero que supuestamente le debe. Además, ha cargado contra su tío Agustín.

Y lo más sorprendente, ha desvelado cómo se habla de Anabel Pantoja en Cantora y ha pedido perdón a su hermana por los desprecios que ha tenido que sufrir por parte de su familia. Desprecios en los que, en cierto modo, ha sido cómplice. Algo que agradecerá Isa Pantoja.

Irene Rosales, al borde del colapso tras la entrevista de Kiko Rivera en el Deluxe

Tras la entrevista, y acompañado por un íntimo amigo, Kiko ponía rumbo al hotel en el que se alojaba. Allí le esperaba, preocupada y ansiosa, Irene Rosales, que se encontraba en la capital por su colaboración semanal en Viva la vida. Su mujer se ha convertido en el gran apoyo del Dj en los últimos tiempos. Él, por su parte, no ha dudado en defenderla de los ataques de Pantoja. La tonadillera, al parecer, culpa a su nuera de su enfrentamiento con su niño «del alma» (que ya no lo es tanto).

Muy serio y con aspecto cansado, Kiko Rivera daba la callada por respuesta. El Dj parece que tiene toda la intención de demandar a su madre, aunque hace unos días dijo que no. Kiko llegaba al hotel sin hablar después de haber hecho clin, clin, caja.

El marido de Irene Rosales evitaba contar cómo se encuentra tras sus últimas revelaciones sobre su madre y si será capaz de demandarla si la tonadillera no se pone en contacto con él. Esquivo, el Dj también ha guardado silencio sobre las duras confesiones sobre su prima Anabel Pantoja y su hermana Chabelita.

Tras una dura noche, donde ambos, habrán comentado lo sucedido, Irene Rosales abandonaba el hotel para poner rumbo a Sevilla sin la compañía de Kiko.

La colaboradora, muy discreta prefería mantenerse en un segundo plano tras las polémicas y nuevas confesiones de su marido. Irene Rosales daba la callada por respuesta sin pronunciarse ante un Deluxe tan impactante. L

a nuera de Isabel Pantoja tampoco se ha querido pronunciar sobre cómo vio a su marido o cómo llegó al hotel tras su entrevista. Con un simple «buenos días» y un «hasta luego», la sevillana deja claro que, por el momento, no va a decir nada sobre el ultimátum que Kiko le ha dado a Isabel Pantoja.