comscore

Pablo Urdangarín celebra el cumplaños de su padre bebiendo en la calle

Pablo Urdangarín está deseando estar cerca de su padre, sobre todo hoy que cumple 53 años. El exduque de Palma ha abandonado la prisión de Brieva y, gracias a una flexibilización en su condena, ha ingresado en el Centro de Reinserción Social Melchor Rodríguez García, en Alcalá de Henares, donde se someterá a un programa de reinserción de presos condenados por corrupción a cambio de una semilibertad largamente deseada que le permitirá realizar su labor en el Hogar Don Orione de lunes a viernes y disfrutar de un fin de semana libre al mes.

Pablo Urdangarín

Fue el pasado miércoles cuando el marido de la Infanta Cristina se instalaba en el CIS y según Vanitatis, coincidiendo con su cumpleaños, hoy mismo podría abandonarlo para celebrar sus 53 años con su familia en Barcelona. Una noticia todavía no confirmada y sobre la que Pablo Urdangarín, que reside en la ciudad condal, no se ha pronunciado.

Haciendo gala de su buena educación, el segundo hijo de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín, que continúa con sus entrenamientos de balonmano en Barcelona, evita hablar de las últimas informaciones que afectan tanto a su padre como a su abuelo, el Rey Don Juan Carlos.

Así, con un claro «no tengo nada que decir, gracias», Pablo evita contarnos cómo se encuentra su progenitor después de haber ingresado en el CIS y poder relacionarse con otras personas en esta nueva fase de su condena, puesto que en la prisión de Brieva estaba en régimen de aislamiento. Muy discreto, el sobrino del Rey Felipe VI tampoco habla de cómo se ha tomado la familia el tener un poquito más cerca a Don Iñaki, que podrá disfrutar de un fin de semana de libertad al mes. Con un «te he dicho que no tengo nada que decir», el joven zanja las preguntas acerca de su padre.

Idéntica actitud ha tenido Pablo cuando le hemos preguntado por el Rey Juan Carlos, sin desvelarnos cómo se encuentra de salud ni si es cierto que su madre, Doña Cristina, le visitó en Abu Dabi coincidiendo con el 83 cumpleaño del emérito: «Muchas gracias. No tengo nada que decir».