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Ángel Llácer: la cruel enfermedad que le dejó sin trabajo, y otros secretos sobre su enigmática vida privada

Ángel Llácer lleva veinte años ocupando horas dentro de la pequeña pantalla. Desde que empezó a trabajar en la primera edición de Operación Triunfo, se ganó el carió del público, y ha ido saltando de proyecto en proyecto. Sin embargo, conocemos muy poco sobre su vida privada, ¿Qué secretos intenta esconder? En Cotilleo.es, hemos descubierto que tuvo que luchar con una cruel enfermedad que incluso le dejo sin trabajo. Además, su éxito profesional le ha generado poderosos enemigos que no le han puesto el camino fácil. Uno de sus grandes triunfos laborales, ha dejado al descubierto su mayor trauma, ¿Quieren saber de qué se trata? Te contamos todo lo que no sabes sobre este famoso tan enigmático.  

 

 

 

 

El secreto con el que consiguió entrar en televisión 

Ángel Llácer y Noemi Galera en OT > Ángel Llácer tiene un currículum envidiable. Hace veinte años empezó a trabajar en televisión, pero, antes de saltar a la fama, ya había conseguido tener una vida laboral bastante exitosa. En 2001, entró a formar parte de la primera edición de Operación triunfo, en TVE. Estuvo al lado de Chenoa, Bisbal y Bustamente, y ayudó a todos los concursantes a convertirse en grandes artistas. Este mérito, le catapultó a un paraíso mediático lleno de proyectos y suculentas ofertas laborales. En 2016 sorprendió a todos sus seguidores relevando cual fue su fórmula secreta para que los responsables de OT se fijaran en él.  

Al parecer, Ángel Llácer se presentó en los estudios de grabación del mítico programa y, sin ningún pudor, exigió un puesto de trabajo. Era fanático del formato y, estaba muy indignado porque, la academia musical más famosa de la televisión, no estaba aprovechando el talento de sus alumnos. De esta forma, se presentó en las oficinas de la productora y les dijo: “Mira, perdonad, pero es que me necesitais. A los responsables de OT les resultó un atrevimiento muy divertido. Así que, le propusieron dar una clase. “Me acuerdo que hablaba normal, y de golpe me puse a gritar. Entonces vinieron y me dijeron: bien, contratado. Desde entonces llevo quince años gritando”. El cárter exagerado de Llácer le sirvió para trabajar delante de millones de espectadores. Aunque no todos aplaudían su comportamiento, ¿Quieren saber cuál fue su mayor disgusto? 

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