El año finalizaba para Iñaki Urdangarín de la mejor manera posible, acompañado por su familia y consiguiendo por fin la semilibertad. A propuesta de Instituciones Penitenciarias, el exduque de Palma podría ver flexibilizado su segundo grado. De esta forma tendría la posibilidad de abandonar la prisión de Brieva para trasladarse a un Centro de Reinserción Social en Alcalá de Henares, a donde a partir de ahora sólo tendrá que acudir para dormir.
Iñaki, que hasta ahora realizaba su voluntariado en el Hogar Don Orione tres días a la semana, a partir de ahora trabajará en el centro de lunes a viernes, y dispondrá de un fin de semana libre al mes. Un régimen de semilibertad que llega dos años y medio después de su entrada en prisión y que se concede a Urdangarín a cambio de participar en un programa de reinserción para presos condenados por delitos económicos.
Vuelta a la rutina tras las vacaciones
Sonriente, y deseando feliz año, el marido de la Infanta Cristina, ha iniciado su «nueva vida» llegando esta mañana al Centro Don Orione sin confirmar, sin embargo, esta semilibertad ni si ya está instalado en el Centro de Reinserción Social de Alcalá de Henares.
Urdangarín, fiel a su discreción y con muy buen aspecto después de disfrutar de su último permiso penitenciario en Vitoria, no se ha pronunciado acerca de su suegro, el Rey Juan Carlos, del que se ha filtrado una imagen solo en Abu Dabi y con evidentes problemas de movilidad. Tal y como muestra al última fotografía de su suegro, en el que se aprecia que necesita ayuda incluso para caminar.
El yerno de don Juan Carlos, tampoco ha desvelado cómo ha pasado la Navidad con su mujer y sus hijos. La ausencia, al menos de fotografías, de la Infanta Cristina en Vitoria avivaron los rumores sobre que podría estar visitando a su padre en Abu Dabi, una incógnita que también la fotografía del emérito también ha aclarado, pues en esa instantánea no había rastro de ninguna de sus dos hijas tal y como se había hablado.
