De vuelta en Madrid después de haber disfrutado de una escapada de ensueño en Ronda con su flamante novio, Íñigo Onieva, Tamara Falcó acaba de dejarnos una de sus imágenes más sorprendentes, en las que, recién salida de la ducha y con una taza de café en la mano, nos invita a relajarnos mostrando su cara más natural.
Sin gota de maquillaje, y con la toalla todavía puesta en su cabeza, alrededor de su cabello mojado, la Marquesa de Griñón nos muestra cómo un pijama puede ser sinónimo de elegancia. Un dos piezas en color azul con un delicado estampado de flores con el que posa mostrando su lado más genuino demostrando que a sus 39 años recién cumplidos atraviesa por el momento de mayor plenitud de su vida, y ni puede ni quiere ocultarlo.
Convertida en una auténtica influencer, Tamara comparte cada vez más momentos de su día a día en su cuenta de Instagram con sus 950.000 seguidores – y subiendo – a los que muestra, como decimos, esa cara natural y auténtica que nunca hubiésemos imaginamos que enseñaría públicamente. Tiempo atrás, parecía impensable que la hija de Isabel Preysler – una de las jóvenes más elegantes y sofisticadas del panorama nacional – colgase en sus redes sociales una fotografía en pijama, sin maquillar y con una toalla en la cabeza.
Pero si algo tiene Tamara es su capacidad de sorprendernos y, después de ganar Masterchef Celebrity 4 y de convertirse en toda una estrella mediática con sus divertidas colaboraciones en El Hormiguero, ahora nos deja boquiabiertos con su imagen más natural, con la que está más radiante que nunca y con la que, segura de sí misma, nos da los buenos días.
