La Reina Letizia continúa con su agenda profesional y esta mañana, a escasas horas de la reaparición del Rey Felipe VI tras diez días de confinamiento, ha presidido en el Palacio Real la inauguración de la exposición Rafael en Palacio. Tapices para Felipe II, enmarcada en los actos por el V centenario de la muerte de Rafael Sanzio de Urbino.
Para el acto, con la que Doña Letizia da por finalizada su semana de «regencia» -representando en solitario a la corona por la cuarentena obligatoria que ha tenido que guardar el Rey tras su contacto directo con un positivo en Covid- la monarca ha optado, una vez más, por las máximas que siguen sus estilismos en los últimos meses, y ha recuperado una prenda que estrenó en diciembre de 2019.
La reina Letizia a contracorriente. De ir en tirantes a no quitarse el abrigo
Se trata de su espectacular abrigo de paño negro de Carolina Herrera -que se consolida como una de las firmas predilectas de la Reina- entallado en la cintura, con falda evasé, y unos sofisticados y elegantes botones perla. Una prenda que, en sí misma con un potente estilo fit, viste tanto que ni siquiera se lo ha quitado para que pudiésemos ver el vestido gris que asomaba a la altura de las rodillas.
Optando por la sobriedad y la discreción, Doña Letizia ha completado su look – con el que nos recordaba a una bailarina por el original corte del abrigo – con unos salones negros a juego con una cartera de piel en el mismo color. Con el pelo suelto, muy pulido y presumiendo nuevamente de sus canas, Letizia ha hecho gala una vez más de que se puede llevar melena pasados los 40 y lucirla con mucho orgullo, a pesar de que su diseñadora de cabecera haga unas polémicas declaraciones –en las que levantaba ampollas entre gran parte de la humanidad– por decir que hay que llevar pelo corto, una vez cumplido los 40. Así, la esposa del rey Felipe VI se ha posicionado al lado de todas las mujeres cuarenteañeras y de más edad, que lucen pelo largo y suelto. La Reina ha observado atentamente los tapices mientras todos los demás no podíamos quitar los ojos de su espectacular y acertado look.
