comscore

El topless prohibido de Raquel Bollo: las fotografías que la ex colaboradora de Sálvame no quería ver

Raquel Bollo está de actualidad. Su sorprendente e inesperada salida de Sálvame ha despertado más interés que en su época de colaboradora del exitoso programa de las tardes de Telecinco. Además, su nueva relación sentimental con Juan Manuel Torralbo (aquí tienes sus fotos más hot) ha empujado a que las revistas se interesen por todos sus movimientos. Flash, flash. Raquel aparece inmortalizada de mil formas y condiciones. Una boda, un bautizo, una cena con amigos y un beso inesperado con su nuevo novio.

bollojuanramon
Raquel Bollo y Juan Manuel Torralbo durante una boda celebrada en Sevilla. Foto de Gtres.

Pero hubo un tiempo en que Raquel parecía tener un manto protector. Hubo quien protegió a la colaboradora para evitar que fotografías sensibles coparan los medios de comunicación. Hasta hoy. Esta revista ha rescatado las fotografías prohibidas de la ex de Chiquetete que nadie se atrevió a publicar. Las mismas fueron tomadas este verano cuando la colaboradora disfrutaba de sus merecidas vacaciones. Junto a ella, el representante Jorge Blanco que, hasta el momento, ha sido el hombre en el que Bollo ha confiado sus asuntos profesionales.

bollopiscina1
Raquel Bollo y su representante, Jorge Blanco, disfrutan de un alegre baño en verano

Muy cómoda, divertida, pizpireta y hasta sensual. Es la Raquel Bollo nunca vista. No nos extraña que despierte tanto interés entre la población masculina. Su silueta es envidiable y sus pechos son turgentes y apetecibles. Toda una Itgirl a la que no le importa mostrar las poderosas razones que han conseguido conquistar, incluso, a la mismísima Torre Eiffel. Ñam, ñam.














bollopiscina2

Muy cómoda, divertida, pizpireta y hasta sensual. Es la Raquel Bollo nunca vista. No nos extraña que despierte tanto interés entre la población masculina. Su silueta es envidiable y sus pechos son turgentes y apetecibles. Toda una Itgirl a la que no le importa mostrar las poderosas razones que han conseguido conquistar, incluso, a la mismísima Torre Eiffel. Ñam, ñam.