Se ha convertido en uno de los baluartes del programa Sálvame. Sin embargo, lo que oculta Rafa Mora es más de lo que cuenta. Por eso se ha convertido en el primer famoso que pasa por nuestra sección «Qué hemos hecho para sufrirte». Y, atención, porque viene con sorpresa. ¿Sabías que dos televisivos sometieron al colaborador a un examen visual de su miembro viril? Te lo contamos.
Rafa Mora entró en nuestras vidas a través de ¡MHYV! y no causó indiferencia. Pocas veces se ha visto en televisión a un hombre tan pagado de sí mismo. Se tiene en una altísima estima personal, física y profesional. Como él, no hay otro, y se queda tan fresco cuando lo suelta. A exhibicionista no hay quien lo gane. No hace falta que el presentador de turno le pida que se quite la camiseta, que él se anima solo a hacerlo. Y ojito con quien se atreva a decir que su físico no le gusta, porque entonces le acusa de envidioso o le suelta aquello de no hay más ciego que el que no quiere ver.
Un colaborador que habla demasiado
El hecho de que Rafa Mora se haya convertido en tertuliano de Sálvame quita el sueño a muchos que no se explican dónde radica el secreto de su éxito. En cuanto a expresión verbal, le falta. Debería cultivar el hábito de la lectura para aumentar vocabulario. Y, mientras tanto, tenemos que aguantar sus monólogos redundantes por repetitivos. Siempre las mismas expresiones vacías de contenido y significado. Pero como él está convencido de que lo importante para conservar la silla es hablar, pues así se marca las peroratas que se marca impidiéndonos escuchar a otros tertulianos que sí tienen mucho que aportar. Porfa, please, Rafa Mora, un poquito de por favor.
Intentado imitar a todo un maestro de ceremonias
Rafa Mora ha admitido que admira a Kiko Matamoros como tertuliano. Sin embargo, no se le ha pegado nada de él. Sus tretas en plató son como el humo, que se van. Asegura tener grandes informaciones que harán temblar a tal o cual televisivo y todo queda en nada. Durante mucho tiempo, utilizó la táctica Calimero, “Mis compañeros me hacen de menos”. Aseguraba que no le tenían en cuenta por sus orígenes profesionales. De un tiempo a esta parte, se ha crecido y no para de hablar. Mete baza a diestro y siniestro provocando unos líos absurdos. Y sí, lo que ocurre es que se ríen en tu cara, querido amigo. ¿Qué esperabas?
Un colaborador con ¿una legión de seguidores?
¿Engaña Rafa Mora en sus redes sociales? Todo indica que un poquito sí. Vamos a ver, en Instagram tiene 388k de seguidores. Los expertos aseguran que lo correcto es que un diez por ciento de followers te den like. Por tanto, Rafita tendría que tener una media de unos 38.000 me gusta por posteo. Sin embargo, raramente alcanza esa cifra. Así las cosas, algo huele a podrido en InstaMora. Lo mismo ocurre en Twitter, donde tiene 752K de seguidores y las interacciones son bajísimas. En fin, que cada uno saque sus conclusiones. La operación a realizar es muy fácil. En cuanto a acciones comerciales que le hayan contratado para redes, no parece que las firmas estén interesadas en él.
Narcisista e increíblemente egocéntrico
El sumun del narcisismo que desprende Rafita se encuentra en este mensaje que compartió en redes: “Gracias mamá y papá por pegar el polvo de vuestra vida. Aquí un servidor, para que veáis que lo mío viene de cuna. (Sin retoques ni operaciones para cambiarse la cara como otr@s)” No sabemos a quién iba dirigido el dardo pero, vamos, quedó retratado el tertuliano a quien un representante conoció cuando era portero de discoteca y lo introdujo en el mundillo televisivo. ¿Era necesario? ¿Seguro que no podría habernos ahorrado esto? ¿Hasta cuándo tenemos que seguir sufriendo?
Lo que de verdad oculta entre sus pantalones
Han sido varias las ocasiones en que Rafa Mora se ha vanagloriado de su miembro viril. Según él, superdotado. Sin embargo, en una fiesta dos televisivos tuvieron ocasión de verlo y quedaron francamente decepcionados. Se acuerdan del “Algo pequeñito”que cantaba Daniel Diges, pues eso. Y, mientras tanto, Morete no deja de alabarse y pregonar nuevos retos. Ha revelado que desea ser presentador. Se siente sobradamente preparado para esta profesión ya que está convencido de que lleva la comunicación en sus genes. ¿Les recuerda a alguien? A nosotros sí. ¿Pero qué hemos hecho para merecer esto?
