La cirugía estética está a la orden del día. No es enemiga de nadie sino todo lo contrario. Existe para mejorar aquellos pequeños complejos que hombres y mujeres arrastramos de forma involuntaria y que pesan en nuestra conciencia siempre que posamos ante un espejo. Superficialidades apartes, la última famosa que ha levantado el revuelo en torno al debate eterno sobre el mal uso de la cirugía estética ha sido Amaia Montero. Para muestra, un botón ilustrativo.
2Amaia Montero y Mariló, mismo apellido, mismo gesto
Amaia Montero y Mariló Montero, además de compartir apellido, comparten ya ese característico gesto picassiano como consecuencia de la medicina estética. Desde que Mariló Montero abandonase voluntariamente la televisión, su convulsa presencia mediática ha pasado a un segundo plano. De hecho, la de Estella puso tierra (y agua) de por medio y estuvo un tiempo viviendo en Nueva York. Lujos que tan solo se pueden permitir unos pocos… Exactamente igual que la cirugía y la medicina estética, técnicas a las que la periodista no ha dudado en recurrir.
El pasado verano, Mariló Montero hacía su aparición estelar en la gala Starlite de Marbella con un aspecto que llamaba la atención de propios y extraños. Alta y guapa como ella sola, los retoques estéticos en cara y cuerpo eran más que evidentes. Según expertos consultados, «Mariló se ha retocado todo menos las manos, una pena porque el rejuvenacimiento de manos con ácido hialurónico ya existe».
