Anabel Pantoja es una de las caras visibles del clan de los Pantoja. En los últimos años, y gracias a la actividad de sus primos (y tía) ha estado en el ojo del huracán. Colaboradora de muchos programas y voz de algunas exclusivas, Anabel empieza este año sincerándose. En un ‘Sálvame’ muy especial y debidamente retribuido, Anabel ha entrado de lleno en el baúl de los recuerdos de la familia Pantoja.
En los minutos de programa decidió contar todo su universo. Habló un poco de sus miedos, de sus orígenes y de su familia especialmente. Anabel puede que sea la oveja blanca de una familia de ovejas negras. Siempre sensata y con un talante muy sincero, en vivo y en directo se quitó la máscara.
La relación con la Pantoja
Si Anabel es famosa es gracias a su tía Isabel Pantoja. Una de las artistas más importantes de este país y, por qué no decirlo, una de las más polémicas. A lo largo de los años sus idas y venidas a Cantora han sido de los más variadas. El origen de esta relación hay que buscarlo en el mismo momento en que Anabel nació.
Isabel siempre quiso tener una niña, prueba de esto es la adopción posterior de Chabelita. En el momento en que nació Kiko, Isabel sintió que le faltaba algo. Esa niña de sus ojos que siempre había deseado la encontró en su sobrina Ana Isabel. Se entregó por completo al cuidado de esa pequeña que le robó el corazón.
Una separación complicada
La separación de sus padres marcó por completo la vida de Anabel Pantoja. Para una niña que contaba con apenas 6 años fue un momento muy duro. Anabel no entendía el porqué sus padres vivían de forma separada. Cada uno quería hacer su vida y disfrutar de ese nuevo estado sentimental: «Mi madre y yo nos fuimos a casa de mi abuela», afirmó la prima de Isa.
La pequeña pasaba muchas horas al cuidado de su abuela y tía. Eso marcó mucho a Isabel Pantoja, que siempre ha querido a su sobrina Anabel como una hija. «La sangre tira», como dirían en el núcleo Pantojil.
Anabel Pantoja y un padre ausente
El hermano de Isabel Pantoja, Bernardo Pantoja es el padre de Anabel. Una persona que siempre ha estado lejos de ella. Desde que se separó de su madre, estableció una barrera que nunca ha podido franquear. Se ha mantenido lejos de la que era su hija y en los últimos tiempos la relación entre ellos es prácticamente inexistente.
Su abuela fue la que más le habló de su padre. Lo excusaba y le contaba todas las grandezas que podía. No quería que se criara lejos de esa figura, pero el destino hizo que así fuera. Sin ese padre que hubiera querido, Anabel se hizo adulta, madura y responsable.
Con tiempo para superarlo
En los últimos años, y debido a la salud de su padre, es cierto que Anabel ha estado más pendiente. La relación estaba rota hasta que ciertos problemas de salud del progenitor fueron los causantes de ese acercamiento. Anabel se dio cuenta de la importancia de conocer a su padre antes de que fuera demasiado tarde.
El amor que se tienen ambos es reciproco y siempre está presente en cualquier conversación. Son personas que han cometido sus errores, pero saben que siempre hay tiempo para rectificar. Así que se ponen manos a la obra en establecer nuevos puentes que difuminen un pasado de distanciamientos.
Sus primos son desiguales
La relación de Anabel Pantoja con sus primos es totalmente desigual. Cuando se trata de ver la relación que tiene con ellos hay que hacer diferencias. Kiko es con quien más tiempo pasaba de pequeña, pero con quien más problemas ha tenido. Algunos episodios de celos y de malos entendidos les han alejado un poco más de la cuenta.
Chabelita es la pequeña y con quien mejor se lleva. Cuando su tía la llevó por primera vez, era como una muñeca con quien jugar. Anabel ha sido la hermana mayor y mejor confidente de Chabelita, ambas tienen una relación que parece indestructible. Pase lo que pase son sus primos y siempre lo serán.
Los complejos de Anabel Pantoja
Anabel es una mujer que hoy en día parece muy segura de sí misma, pero en el pasado no lo fue tanto. Durante su infancia y juventud fue una chica con sobrepeso llena de complejos y de traumas. Pero llegó el momento en el que Anabel dijo «hasta aquí».
Llegó el momento en que Anabel Pantoja ya no podía más. Su cuerpo estaba totalmente fuera de control y solo le pedía un cambio. Así que decidió ponerse un anillo gástrico. Una manera de perder peso de forma rápida y eficaz. Ahora por fin, está como deseaba sin problemas de autoestima y con una talla más adecuada.
Nadie le agradece su trabajo
En la familia Pantoja, Anabel es la que siempre sale a dar la cara por todos. Se enfrenta a los medios y se muestra más que protectora con cada uno de ellos. Está en su carácter ser así. Son las personas con las que se ha criado y las que en su día le han proporcionado el amor que tanto necesitaba.
Anabel se siente agradecida por haberla hecho ‘tía’ en tantas ocasiones. Tiene a sus sobrinos que son su mayor alegría. No desea ningún reconocimiento más, el simple hecho de crear una familia en la que se sienta a gusto ya es más que suficiente. Anabel seguirá defendiendo con uñas y dientes a los suyos en el foro que crea necesario: diga la Pantoja lo que diga.