Malena Gracia es todo un icono para el mundo gay y uno de los personajes televisivos clásicos de la televisión de finales de los 90 y principios de los 2000. Su legado sigue vivo y espectacular físico sigue intacto. Sin embargo, la cantante no dudó en pasar por ‘Cámbiame VIP’ para dar un nuevo aire a sus provocativos looks, dejando atrás al modelo de conejita PlayBoy que la persigue. «Para mí fue algo fuerte verme con el pelo naranja pero la verdad es que me encantó. Ahora me he puesto un pelín más suave el tono«, nos explica la actriz.
No todo el mundo se atreve con un color así pero Malena lo tiene claro: «De momento, me voy a quedar con el pelo color naranja. Me sienta muy bien, me resalta los ojos, me hace muy juvenil…». Además, la intérprete de ‘Loca’ recomienda la experiencia: «Me ha encantado ir, me han tratado genial y con mucho cariño. Me gustó todo: el pelo, la ropa…».
En vísperas del Madrid World Pride 2017, Malena Gracia actuará el próximo 27 de junio en una fiesta que tendrá lugar en la plaza de Chueca. «Me da pena no poder estar el resto de días pero es que del día 29 de junio al 4 de julio estoy trabajando fuera de España con otros proyectos«, nos detalla la ex rubia.
El próximo 16 de junio Malena Gracia estrena canción y videoclip, ‘Quiero más’, que no solo se escuchará por España sino que cruzará el charco y dará el salto mortal a Latinoamérica para promocionar este nuevo tema que según ella misma » tiene aires latinos, muy fresco y va a gustar mucho«.
Malena ha quedado feliz tras su paso por el programa, pero desafortunadamente para los coaches (y sobre todo para sus víctimas) no siempre ha sido así… Hoy hacemos un repaso por los peores estilismos de la historia de ‘Cámbiame VIP’. ¡Sigue leyendo porque hay algunos que son muy fuertes!
Lydia Lozano no se reconoce en el espejo
Normal. Más que un cambio parece un disfraz. ¿Pelayo Díaz no se da cuenta que esta es la versión que a él le gustaría ver de la periodista, pero no el que la periodista quiere ver de sí misma?
No queremos decir que el cambio no sea llamativo, porque lo es, pero no es la mejor transformación que podría tener Lydia, cuando además ella misma es la que mejor conoce su cuerpo y por ello siempre lleva blusas sueltas. Su marcado vientre en la falda lápiz de cuero poco o nada le favorecía, por no hablar de haber eliminado su sello de identidad que son las mechas en el pelo y su melena ondulada.
Un resultado que si a ella le ha hecho gracia al verse es porque apostamos que jamás volveremos a vérselo puesto.
