No es una discusiĂłn más entre compañeros. ‘Sálvame’ nos tiene acostumbrados a la barra libre de libertad de informaciĂłn y de opiniĂłn pero cuando los temas personales se entreveran con situaciones incĂłmodas que tienen lugar off the record, los gladiadores desenvainan y poco importa a quiĂ©nes salpique la sangre.
El conflicto entre Alba Carrillo y Feliciano LĂłpez es tema de rabiosa actualidad. Los periodistas y colaboradores se posicionan segĂşn las informaciones que van recibiendo de las partes, y en este caso concreto Kike Calleja, reportero del programa, se encarga de cotejar las informaciones relativas a Alba Carrillo mientras que Kiko Matamoros, Ăntimo amigo del tenista, ejerce de portavoz de Feliciano.
Kike Calleja, ávido y deseoso de platĂł y foco -y a quien cada dĂa le dan más espacio y pantalla-, remueve los cimientos personales y profesionales de Kiko Matamoros, que se quema a lo bonzo cada vez que Calleja aparece en pĂşblico y lo noquea dialĂ©cticamente. El periodista dice conocer las heridas fuentes de Kiko Matamoros para obtener informaciĂłn sobre Feliciano, menciona a su hija Laura y el colaborador monta en cĂłlera contra Ă©l. Otra vez.
Terelu, que forma parte del cĂrculo personal de Kiko Matamoros -y por supuesto al de Kike Calleja– da la clave de todo: «A Kiko Matamoros no le gusta demasiado Kike».
En el fragor de la batalla, Matamoros admite que es cierto que hay tirantez entre ellos concretamente desde un directo en Ibiza en el que Calleja se tomó a mal una broma que Kiko le lanzó desde plató y posteriormente en otro directo junto «a su amiga Alba a la que le hice una pregunta que os pudo molestar».
ÂżSerá Kike Calleja el nuevo colaborador y estĂmulo de un Sálvame que empieza a carecer de conflictos internos entre los propios compañeros? ÂżConseguirá su ambicioso objetivo de dar el salto de la calle a la silla?