José Ortega Cano es un hombre muy creyente. Su fe y sus profundas convicciones y creencias religiosas lo han salvado, según él mismo, de situaciones en las que salir adelante parecía imposible. La vida no se lo ha puesto fácil en ningún sentido y con su profesión por bandera, el matador enfrentaba y burlaba a la muerte cada vez que salía al ruedo. Sin embargo, lejos de la vida profesional, en lo personal, el destino le tendría guardado un amargo capítulo: en mayo del año 2011, Ortega Cano sufría un terrible accidente de tráfico en el que mataba a otro hombre: Carlos Parra. Su ingreso en prisión, tras haber dado positivo en el control de alcoholemia el día de la colisión fatal y su reinserción hicieron que el viudo de Rocío Jurado junto con la ayuda de su pareja, Ana María Aldón, se convirtiese en el hombre apacible y tranquilo que nunca fue. Los problemas de su hijo José Fernando son un verdadero quebradero de cabeza no solo para él sino para toda su familia, quienes se han volcado en todos los sentidos para que el hijo adoptivo del maestro recondujese su vida, lejos de las drogas y de su pareja, Michu, con quien espera un hijo y de la que ha recibido una denuncia por presuntos malos tratos y una orden de alejamiento contra el joven.
Una boda por la iglesia con su pareja, Ana María Aldón, es el mayor deseo de José Ortega Cano. Y no solo eso, sino que el diestro ha confesado que para este año 2017, le gustaría darle un hermanito a su hijo pequeño, José María, que recientemente acaba de cumplir 4 años. Gloria Camila adora a sus dos hermanos y además ahora está a punto de convertirse en tía. ¿Se animará pronto a ser madre junto con su pareja Kiko? No sabemos si se sucederá pero lo cierto es que hace unos meses declaraba en uno de sus directos vía Instagram que «si me quedase ahora mismo embarazada lo tendría: De hecho, me gustaría tener la parejita, o dos niñas. Y si tuviese una hija la llamaría Rocío y si tuviese un hijo Francisco José. Francisco por Kiko y José por mi padre. Además también me gustaría adoptar a un niño ‘negrito'».
