
María Teresa Campos y Bigote Arrocet ya están de vuelta en Madrid después de disfrutar unos días de descanso en Lanzarote. La pareja llegaba al mediodía al aeropuerto de Barajas en medio de una gran expectación mediática. Numerosos eran los fotógrafos y las cámaras de televisión que querían estar presentes en uno de los momentos más convulsos de la pareja. Y es que la última emisión del programa que lleva su nombre ha dejado el ambiente de lo más revuelto. Se cuestiona con naturalidad la verdadera realidad de su relación con Edmundo y, sobre todo, con la de sus hijas. No parece llevarse demasiado bien.

Es cierto que momentos después uno de los fotógrafos que hacía la guardia cayó al suelo y fue ayudado por el humorista a ponerse en pie, pero también es real que María Teresa utilizó sus manos para evitar ser grabada y preguntada. Una actitud chocante, teniendo en cuenta que ha sido ella misma la que ha decidido exponerse en un docureality sobre su vida. ¿Qué hubiera pasado si ella estuviera presentando un programa de televisión y un personaje famoso se hubiera comportado como ella?


