La audiencia de Gran Hermano decidió, en una apretada final, que la ganadora de la decimoséptima edición del concurso de telerealidad era Beatriz. La valenciana se alzaba con el 59,8% de los votos en una noche frenética en la que hubo tiempo para el amor, los reproches y los sueños. Porque Bea llegaba al plató como una auténtica exhalación. Entre vítores y también entre gritos discordantes. Sea como fuera, la noche se volvió tan platina como el nuevo pelo de Rodrigo que, visiblemente emocionado, se reencontraba con su novia ante el apasionado gesto de los allí presentes.
Y, durante la entrevista con Jorge Javier Vázquez, Bea reconoció varias de las situaciones que ya se habían desvelado en las redes sociales. Muchos ya habían prestado atención a las pocas ocasiones en las que Bea recriminaba actitudes hostiles de su «novio». Ella se explicaba asegurando que «a veces no le he dicho cosas por miedo», pronunció antes de reconocer que su relación con Rodrigo tiene que ir poco a poco «las cosas de Palacio van despacio».
Puesta en duda por los seguidores del concurso
Sin embargo, lo más polémico llegó con el gesto más bonito de la noche. Naranjita aseguró que parte de los 300.000 euros que acababa de ganar irían destinados a la lucha contra el cáncer infantil. Un gesto realmente conmovedor que, en cambio, ha sido duramente criticado en las redes sociales. Insisten en que lo ha hecho con la única intención de ganar popularidad: «esas cosas no se dicen, no se pregonan», escribía un seguidor del programa. Las críticas recibidas han hecho que sean muchos los fans de la polémica valenciana los que han aparecido para quejarse del trato recibido y explicar que su intención benéfica es real, que nunca haría nada parecido para ganar votos: «Es una burrada auténtica», dicen.
